Guerra a los campings y campistas
Hace pocas fechas a alguna cabeza pensante de nuestro Gobierno se le ocurrió la feliz idea de hacer la guerra a los campings y campistas, sacando una ley, decreto, normativa, o como quieran llamarle, referente a que todos los campings instalados a una distancia de 500 metros de la costa tenían que desaparecen. Algunos, compensados con algo, desaparecieron, pero la mayoría sigue en el mismo sitio.
Ahora, no sé si la misma cabeza pensante u otras, ante el fracaso de la anterior "guerra", ponen en marcha otra nueva ley, normativa, etcétera, y dicen: "En el año 2012, todos los campings de Asturias deberán estar ocupados en el 30 por ciento de sus parcelas por "movilhomes" y el 70 por ciento restante, por roulottes o caravanas".
Para la gente que no sepa distinguir, les diré que los primeros son elementos fijos, y los segundos disponen de ruedas y están preparados para desplazarse mediante arrastre por coches u otros medios de transporte.
Esto es lo que yo conozco sobre esta nueva normativa, que es la información facilitada por los medios de comunicación, y sobre esto es sobre lo que quiero hacer mi comentario, reflexión y preguntas.
Empezamos por el primer problema que se les presenta a los propietarios de los campings: ¿qué criterio seguirán para dejar ese 30 por ciento?, la antigüedad, por sorteo, por los que les caigan mejor, etcétera.
Seguimos con los campistas. Cuando compramos estos "movilhomes" nos autorizaron a instalarlos y todos hicimos una inversión de unos millones de las antiguas pesetas, y ahora nos dicen que tenemos que sacarlos del camping. ¿Qué hacemos con ellos?, el sacarlos del camping genera unos altos costes, para luego quemarlos, destruirlos, etcétera, ¿no se da cuenta esta gente lo que todo esto supone?
Hablemos de las roulottes o caravanas. El 70 por ciento de las parcelas tiene que ser ocupado por ellas. Si se instalan estas caravanas, ¿esto quiere decir que al terminar la temporada deberían abandonar los campings? o ¿permanecerían durante el invierno allí instaladas? En el primer caso, nos creará un problema de estancia, con altos costes, si es que hay sitio en Asturias para guardar tal cantidad de caravanas. Y en el segundo caso, si siguen instaladas en los campings, ¿qué diferencia hay en que quede un elemento u otro?
A todo lo comentado añadimos que nadie entiende los motivos de esta normativa, a no ser para fastidiar a los campings y campistas, y que hay gente que lleva en los campings más de cuarenta años. La estancia en un camping no es muy barata, puede oscilar entre los 2.000 y 3.000 euros al año, dependiendo del camping, de las fechas de ocupación y del número de campistas. A esto hay que sumar el desembolso de unos millones de las antiguas pesetas, como anteriormente citaba, para su adquisición.
Para concluir, les diría a esas cabezas pensantes si con la que está cayendo en Asturias algo prioritario es hacer la puñeta a los campistas de esta forma; para bien poco les da esa cabeza. Decirles también que tanto que presumen de ayudar a la clase obrera, que sepan que la mayoría, por no decir la totalidad de los campings, está ocupada por gente trabajadora y, cada vez más, por jubilados.
Señor Areces, como máximo responsable de esta situación, le pido que les diga a esos "fenómenos" pensantes que no justifiquen los espléndidos sueldos que cobran de nuestros impuestos para hacer la puñeta a tanta gente, que dejen en paz de una vez a los campings y campistas; no hacemos daño a nadie, así que preocúpense por la seguridad y las normativas que hagan mejor nuestra convivencia en los campings.
Y decir, finalmente, que espero que todas esas asociaciones de campistas que hoy funcionan, y muy bien, encuentren y luchen con los medios legales para evitar esta aberración.
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