Días negros para un futbolista blanco
Estrellas del fútbol. La ficha extradeportiva del delantero del Real Madrid, Karim Benzema, ha vuelto a mostrar algunas páginas oscuras de su vida. Últimamente, el pasado jueves 5-N declaró bajo arresto en una comisaría de Versalles, cerca de París, por presunto chantaje con un vídeo sexual a uno de sus compañeros en la selección del fútbol francés, Mathieu Valbuena.
El jugador, Benzema, parece estar empeñado en demostrar que es un peligro público. En Francia, como decimos, acaba de ser imputado y en España acumula media docena de infracciones graves de tráfico por las que cualquier ciudadano corriente con ese nivel de reincidencia habría sido metido ya en el trullo.
Por mucha presunción de inocencia que se le invoque, lo cierto es que por desgracia para el Real Madrid, con Karim Benzema llueve sobre mojado en cuanto a los líos con la justicia se refiere. Así en enero del año pasado, el francés fue absuelto de una imputación junto al también futbolista Ribéry por contratar los servicios de una prostituta que era menor de edad. El delantero negó haber mantenido relaciones sexuales con la chica, aunque Ribéry sí reconoció los hechos, si bien alegó que desconocía que la menor tenia 17 años y ejercía la prostitución.
Por otra parte, la actitud de Benzema al volante es bastante irresponsable y parece que su condición de estrella del fútbol sea un gran obstáculo para que se reforme. Ya fichado por el Madrid, el franco-argelino destrozó su Audi Q7 en "La Finca", la lujosa urbanización de Pozuelo de Alarcón en que vive. Ese mismo año, durante las vacaciones de Navidad en Isla Reunión, hizo lo propio con un Lamborghini cuando volvía a las 6,30 de la mañana de celebrar su vigésimo segundo cumpleaños. Pero hay más, en el año 2011 la policía de Ibiza lo multó con 250 euros por participar con su "Porsche" en una carrera ilegal. En febrero de 2013, un radar lo detectó a 216 km/h en un tramo de la M-40 madrileña, limitado a 100, por lo que pagó 18.000 euros de multa y la retirada de carné durante ocho meses. Recientemente, la Policía Municipal lo ha cazado sin el permiso en regla --y es la segunda vez--, por lo que se enfrenta a una posible multa de 650 euros.
En el año 2014, Karim Benzema ganó 15,4 millones de euros netos, de los que la mitad proceden del Real Madrid. El resto proviene de contratos y patrocinios con Adidas y otras marcas. Y, yo pregunto, para una persona de ingresos tan abultados, ¿ qué significa el pago de 650 euros?
La pregunta deja al descubierto la poca eficiencia del actual sistema de sanciones de la Dirección General de Tráfico. Porque, se supone que superado cierto nivel de renta, las multas pierden su función disuasoria y se convierten en simples peajes cuyo pago permite a algunos adinerados seguir haciendo el cafre. Como es el caso.
Con un modelo muy peculiar, Finlandia ha resuelto este problema: cuando un conductor es multado, las autoridades introducen su número de la Seguridad Social en un ordenador y acceden a su última declaración de la renta. Entonces, la cuantía de la sanción se calcula en función de los ingresos del infractor. De esta forma, la multa que a un trabajador medio puede suponerle el pago de 250 euros, para un millonario podría llegar a ser de 200.000 euros. Este importe puede parecer desorbitado, aunque quizás no tanto para alguien que ingresa más de un millón de euros al mes, como por ejemplo este caso que nos ocupa, según su última declaración a Hacienda.
Por lo general, los afectados ponen el grito en el cielo y presentan recursos, pero al final, pagan. Y, una gran mayoría de los finlandeses defienden con patriotismo su sistema y recuerdan a los sancionados que, quien cumple las normas, nada tiene que temer.
¿Y qué se hace con ese dinero? Pues redistribuirlo junto con el grueso de los ingresos del Estado que provienen de los impuestos. El Gobierno lo destina, entre otras cosas, a pagar el mejor sistema educativo gratuito del mundo. Asimismo, también sirve para sufragar uno de los mejores modelos de protección a la familia.
La cadena de actuaciones negativas de Karin Benzema parece
haber tocado fondo y el presidente del equipo blanco, Florentino Pérez, comienza a bajar el pulgar en señal de descontento. Le desagrada cada día más lo que rodea al futbolista. La felicidad nunca es completa.
Lo que sí parece claro es que el tiempo de Karim Benzema en el Madrid está caducando.
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