Cuidar la tierra
Se acaba de celebrar en París la reunión de Jefes de Estado para detener el calentamiento global del Planeta, probablemente la causa más determinante del cambio climático y del deterioro de la Tierra. A mediados del siglo XIX se comenzaron a utilizar de manera intensiva los combustibles fósiles (carbón y petróleo), primero para las calefacciones y las máquinas de vapor y, posteriormente, para los motores de explosión. La combustión de estos materiales hace que se incremente el nivel de CO2 en la atmósfera, lo que produce el efecto invernadero. La temperatura en la tierra se eleva, con los consiguientes cambios poco deseables para los seres vivos.
La Tierra se ha entregado al hombre para que la cuide y perfeccione. Es una herencia que debe permitir a todos, las generaciones presentes y las futuras, vivir mejor. El hombre, sin embargo, despilfarra ese patrimonio, los bienes que la tierra le proporciona. La gente sensata piensa que es obligación de todos reponer lo que ya se ha deteriorado y no agotar los recursos que tienen una duración limitada, como el carbón o el petróleo. Todo el mundo tiene algo de responsabilidad: ahorrar lo que se pueda en obtener calor para las calefacciones, gasolina para los automóviles… También ser comedidos en el empleo del agua o de los alimentos. Clasificar las basuras, para poderlas reciclar si es posible.
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