Vox: no a la llingua, sí al cilicio
El señor Ignacio Blanco Urízar, excandidato al Gobierno de Asturies del partido de ultraderecha neoliberal Vox, firma sus opiniones políticas como abogado y economista. Y como buen abogado y economista, controla mogollón de lingüística y de filología y sus teorías cuentan con todo el aval de la comunidad científica y académica. Por eso LA NUEVA ESPAÑA le publica sus artículos, como el del pasado 4 de diciembre.
Dice este señor que tiene familia en Figareo y que nunca ha escuchado a nadie a hablar en bable puro, a no ser que se considere bable puro a los que acaban alguna palabra en u. Curioso que diga esto un candidato de Vox, partido que presentó su campaña electoral en Covadonga para demostrarnos los supermegasturianos que son, y que atacaron a la revista Mongolia por aquella portada con un fotomontaje de Carlos Slim y la Santina, por entender que era un insulto a todos los asturianos. Curioso, digo, lo de negar la existencia de la lengua asturiana y creer en la existencia de la señora mitológica de la cueva de Covadonga. Supongo que el señor Blanco Urízar nunca ha escuchado a nadie en Figareo terminar plurales femeninos en es, ni utilizar el neutro de materia, ni negar con nun, ni hacer una enclisis (enclisis, señor Blanco, es lo de poner el pronombre después del verbo, pero eso seguro que usted, como buen abogado y economista, ya lo sabía) ni decir ye, ni facer, ni llagar, ni chiscar, ni pota, ni prestar, ni xelada, ni arbeyos, ni fabes, ni berces, ni fariñón, ni pradiar, ni xatu, ni esfoyaza, ni amagüestu, ni camín, ni bardial, ni escayu, ni muyer, ni fíu, ni güelu pero se pasa el día entero viendo vírgenes y santinas. Y eso sin ir de tripi.
Comento esto porque está muy relacionado con el fondo de la cuestión del artículo del señor Blanco. Menosprecia las enseñanzas de lengua y de cultura asturiana porque entiende que no sirven para nada y aboga por un sistema educativo muy competitivo en el que los alumnos aprendan cosas muy útiles para que el día de mañana sean tan listos como los finlandeses y cobren buenos sueldos. Y esto lo dice un candidato de Vox. Este partido, en un comunicado del pasado 21 de octubre, defendía la asignatura de Religión como vehículo de transmisión de enseñanzas religiosas, además de su carácter puntuable en la Selectividad. Entiendo que el señor Blanco considera la asignatura de Religión una enseñanza muy competitiva.
De hecho, a mí hace poco me rechazaron en un curro de reponedor por no saber el Padre Nuestro, señor Blanco. Y a una colega no la pillaron de cajera en un supermercado porque no estaba casada y no pasó la prueba del pañuelo. Y a otro amigo no le renovaron de camarero en un chigre (chigre quiere decir bar en artificial) porque se jaló un cachopo en cuaresma. La culpa nun ye tuya, ye del sistema educativu, me dicen en casa muy sabiamente. Si en cuenta de bable, hubieres estudiao religión como dicen los de Vox, ahora tabes bien colocáu y ganando perres.
Me pregunto si cuando el señor Blanco sea presidente del Principado, será requisito indispensable para opositar estar bautizado, comulgado y confirmado, y si ir a misa los domingos puntuará para el concurso de traslados.
Me gustaría que el señor Blanco Urízar fuera aclarando estos extremos, porque teniendo en cuenta los miles de votos que logró en las últimas autonómicas y las excelentes previsiones que atribuye el CIS a su partido, podría llegar a darse el caso. Y además, seguro que la Santina (que sí existe, no como la llingua asturiana), les echa una mano.
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