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Me visita mi hija inglesa, a la que no conocía

14 de Diciembre del 2015 - Antonio Parra Galindo (Cudillero)

Inmerso estos días en asuntos personales muy importantes y atravesando por un tiempo de grandeza anímica, dulzura de lágrimas amargas (tampoco faltó a la cita el diablo, que vino a aguarme la fiesta en medio de esta efemérides de 43 años sin haber podido ver a mi hija, no por culpa mía, sino porque no me lo permitió un juez británico; mi Helen fue declarada "ward of court", no sé cómo se traduce ese término forense al castellano; luché con todas mis fuerzas para evitarlo, perdí la batalla; ahora las aguas vuelven a su cauce, el tiempo cura las heridas y atrás queda el rastro de nuestras culpas), he dado de lado a los problemas de la inquietante actualidad en MO.

Para mí, mis hijos y la progenie han sido lo importante y acabo de cerrar una casilla que estaba obturada desde hace harto tiempo. Ahora puedo morir en paz.

Tal debe ser una desinencia del talante judío inserto en el alma castellana: la propagación de la especie no es un juego de tronos, ni un salto de cama, sino algo que obedece al mandato divino, matrimonio, vínculo sagrado, creced y multiplicaos, y no una ocasión de deleite.

Todo eso viene en la cábala, pero, en fin, dejando a un lado los asuntos personales, la cuestión está que arde. La zorra se ha puesto a guardar el gallinero.

Creo que la declaración de principios de terminar por el terrorismo de Obama, Cameron, la Merkel, Hollande es un exponente de la técnica del doble lenguaje al cual aludía el utopista George Orwell. Ya está aquí 1984.

Los políticos aplican una doble semántica, como bien dice mi amigo Santos Gozalo, porque la etimología, que ya no se enseña en los colegios, es una ciencia hermética que manejan unos cuantos del gremio elegido.

Dicen combatir al Isis con la boca pequeña, pero en realidad han armado a esta extraña conjura terrorista hasta los dientes. Hay que manejar la tesis y la antítesis. Estar en misa y repicando.

Aplican la ley del embudo a los rusos y ellos se van de rositas. El caso es estar todos en la foto. El Estado hebreo, mientras tanto -y es ahí donde se halla la madre del cordero-, da la callada por respuesta.

Esta crisis tiene un componente económico, los pozos petrolíferos, y otro religioso, el choque de tres religiones, aunque los nuevos almohades que exhiben banderas negras se encuentren sutilmente bajo control de Occidente.

Obama es uno de los más grandes déspotas que ha conocido la Historia y como buen déspota es también hipócrita. Finge dar batalla al terror y lo controla bajo mano para afianzar su hegemonía. Técnica antigua ya vigente en el Imperio romano: "divide et impera".

Pero todo ello en conjunto forma parte del cuadro de miserias y grandezas del tiempo que nos ha tocado vivir. Pero no nos enfurezcamos. La Virgen Inmaculada, una fiesta tan española en la que el cuerpo de infantería honra a su celestial patrona y se presiente el calor de la Nochebuena en el ambiente exterior consumista, pero dentro de nosotros es tiempo de melancolías, lágrimas y añoranzas. Una Navidad más.

Espero que Mr. Barack respete este planeta y no nos lo destruya en una guerra nuclear a zambombazos.

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