La Nueva España » Cartas de los lectores » Perros con mandil

Perros con mandil

21 de Diciembre del 2015 - Adolfo Venta Martínez (Gijón)

Con fecha 9 de enero de 2015 LA NUEVA ESPAÑA tuvo la amabilidad de publicarme un comentario que el propio diario tituló “Un impuesto por tener perros”. Y es que en el comentario yo decía textualmente: “Lo que hay que hacer... es poner un impuesto por tenencia de estos animales. Esto es de suma necesidad, solucionaría algunos problemas y aliviaría otros” .

Este comentario sacó ampollas a algunos, esos que se autoproclaman amantes de los animales, aunque muchos de ellos no son más que explotadores de perros.

Tuve que permanecer callado ante los ladridos de algunas de estas gentes. Pero hoy vuelvo a salir a la palestra porque en el diario LA NUEVA ESPAÑA del pasado día 2 de noviembre figura en la página 10 una entrevista al adiestrador canino Javier Rodríguez Batallé en la que cuando el entrevistador le dice: “En la calle están todas las farolas orinadas...”, el adiestrador entrevistado contesta: “Si decidimos vivir en sociedad con perros no hay otra que aceptar que orinen en la calle. Lo que es imposible es conseguir que vayan a hacerlo al váter. Si pusieran un nuevo impuesto por esto, que ya lo hay, lo entendería”.

Me congratula ver que precisamente un adiestrador canino piensa como yo y que diga que ya hay un impuesto perro, lo que yo hasta ahora ignoraba.

No cabe duda de que un impuesto de perros, por pequeño que sea, disminuiría sensiblemente el censo de estos animales y sería un recurso para pagar el servicio de limpieza de tanta cagada y meada.

Pero, ¿qué hacer con las meadas de los machos que alzando la pata proyectan el pis contra un coche, un portal, una puerta o la pared de un edificio? Y es que el servicio municipal de limpiezas sólo limpia espacios públicos y no privados.

Se me ocurre que la solución a este problema sería poner a los perros –machos, me refiero– un mandil. No estoy inventando nada nuevo. Para los profanos les diré que entre los ganaderos de caprino es habitual poner un mandil a los machos cabríos que no se desea utilizar como reproductores. Sin necesidad de apartarlos del rebaño o tener que castrarlos. El mandil no es más que un trozo de cuero, plástico o similar a modo de peto o delantal que se amarra al lomo del animal a la altura de su cintura, de modo que cuando éste inicia la monta de la hembra el mandil se interpone entre los genitales de ambos impidiendo la cubrición.

Dicho esto no sería difícil diseñar este mandil para perros, pero no situado frontalmente, sino de manera lateral, de forma que así impida la proyección del chorro de pis y haga que en vez de alcanzar el coche o la pared se deslice por el propio mandil hacia el suelo. Al menos el suelo ya es un espacio público susceptible de tratar por los servicio s públicos de limpieza. Igual que se han diseñado abrigos y gorros para perros, no sería difícil diseñar un mandil de estas características. Y así, los perros a la calle con collar y chapa que acredite su identidad, vacunación y pago de impuesto, bozal, correa y mandil en los machos. El gorro y la gabardina sólo para si llueve o hace mucho frío.

Cartas

Número de cartas: 46070

Número de cartas en Octubre: 8

Tribunas

Número de tribunas: 2087

Número de tribunas en Octubre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador