Combate nulo
Creo que así se puede calificar el debate que vimos el lunes entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, moderado por Campo Vidal, y que vamos a comentar objetivamente y en términos pugilísticos. No cabe duda que el aspirante venía bien preparado, agresivamente, para destrozar al campeón, que posiblemente ya no lo sea a partir del día 20. Enfurecido, comenzó arremetiendo contra Rajoy, insistentemente, acosándole, con golpes bajos y toda clase de marrullería pugilística. No dejaba hablar a su contrario, le interrumpía impunemente, sin que interviniera el árbitro o moderador, que descaradamente demostraba estar apoyando. El árbitro Campo Vidal, que presume de moderador ecuánime y circunspecto, enseñó la oreja una vez más en esta clase de encuentros que él suele arbitrar tan pomposamente.
Rajoy aguantó el feroz acoso y los golpes bajos fríamente, y quizás se equivocó al no poner más energía en sus intervenciones, ser más contundente, sobre todo cuando el aspirante le golpeaba fuerte e insistente con la corrupción, el Bárcenas y el Rato, golpes que no supo devolver el campeón, inexplicablemente. Y mira que detrás del aspirante hay corrupción para dar y tomar, sobre todo en Andalucía. Este asalto, pues, fue para Sánchez, que su furia le llevó hasta el insulto, al decir a su oponente que “usted no es un político decente”. Este golpe bajo, señor Sánchez, le descalifica y es propio de un grosero y un inconsecuente. Rajoy, después, y esto ya no se puede decir que es un insulto le dijo al aspirante que “ha sido miserable, ruin y mezquino”. Claro, donde las dan, las toman.
Este combate político, sí, se puede decir que fue nulo. Y decepcionante. Creo que así ha sido interpretado, de una manera generalizada, por el currante, por el sufrido ciudadano, desangrado por unos impuestos cuyas perras son las que sostienen a nuestra cuestionada clase política, con dietas, prebendas y sueldos millonarios. Para muchos, la mayoría –excepto esa reducida minoría honrada y desconocida–, éste es el “idealismo” que les hace ir a las urnas el día 20, para fardar y llenar el vientre. ¡Ay, qué gente!Con políticos así, para la UE no seremos más que un país muy poco serio, pobretón y diferente. Y contra esto tenemos que luchar todos unidos y democráticamente.
Ricardo Luis Arias
Aller
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