A papá
Llega la Navidad y lo hace sin ti. Este año tú no estás en la mesa, pero sí en nuestros corazones, de donde nunca te has ido. Tu sitio en ella ahora lo ocupa mamá, sin duda la persona que a ti te gustaría.
Sabemos que disfrutabas de estas fiestas. Ya el primer día con el sorteo de la lotería que siempre escuchabas. Nunca fuimos afortunados en el juego, pero sí mucho en otras cosas. Por ejemplo, en tenerte. Unos días después, en casa el discurso del Rey daba comienzo a la cena de Nochebuena. Todavía el año pasado, con las fuerzas a menos, te levantaste de la cama para verlo. Imprescindible cada Navidad, como lo era el turrón. Una de tus debilidades en estas fechas, especialmente el que te compraba Mar y que estaba prácticamente prohibido para los demás. Luego llegaban las típicas uvas de Nochevieja, esas que tú terminabas siempre antes de tiempo. A las 12 de la noche sonaba el teléfono. Las primeras llamadas del año, para ti, eran de personas que te querían y deseaban ser los primeros en felicitarte por tu santo. Esa noche especial tú decidiste que fuese la última para estar entre nosotros.
Ahora sabemos que descansas, después de una larga vida de mucho trabajo. Mamá, nosotras, tus yernos, tus nietos y los tres peques de la familia, a los que tanto hablamos de Lolo para que no te olviden, damos las gracias por haberte tenido entre nosotros.
Descansa.Te queremos.
Isa, Mar y Ana Álvarez Fernández, San Cucao de Llanera.
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