Apoyo a la lengua de signos
Nos ponemos en contacto con ustedes desde la Confederación Estatal de Personas Sordas, en relación al artículo "El académico de la lengua de signos", publicado el pasado 2 de diciembre de 2015 en LA NUEVA ESPAÑA.
El motivo de nuestra carta es rebatir unas declaraciones que el entrevistado, José Manuel Valdés, refiere en el mismo, cuando afirma que para la creación del diccionario de la lengua de signos objeto de la entrevista echa en falta el apoyo de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE). A este respecto, desde nuestra entidad queremos desmentir estas palabras, ya que en ningún momento el señor Valdés ha contactado con la CNSE para dar a conocer su trabajo ni solicitar colaboración de ningún tipo.
La CNSE es entidad sin ánimo de lucro que, entre otros objetivos, trabaja para dotar a la lengua de signos española del estatus que le corresponde. Y en esa línea, proponemos la adopción de las medidas necesarias de desarrollo para hacer efectivo a todos los niveles lo establecido en la ley 27/2007, de 23 de octubre, por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas. Hay que recordar que, junto a nuestra red asociativa, hemos sido impulsores de esta ley, así como del reconocimiento por parte del Gobierno de un "Día nacional de la lengua de signos" en nuestro país. En este sentido, apostamos por visibilizar la lengua de signos, garantizar su buen uso y apoyar la labor que lleva a cabo el Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española, ente encargado de fomentar su investigación y velar por su promoción y correcta difusión.
Por otro lado, a través de nuestra Fundación, hemos elaborado materiales para la enseñanza y aprendizaje de la lengua de signos española adaptados al marco común europeo de referencia para las lenguas que utilizan miles de alumnos que participan en los cursos impartidos por nuestras federaciones y asociaciones, además de diccionarios, glosarios y otras obras de consulta y estudio sobre esta lengua.
Asimismo, dentro de nuestro ideario se contempla la defensa de políticas de salvaguarda, apoyo e impulso de las obras de la cultura sorda, en tanto que contenidos culturales de una minoría sociolingüística y cultural. Un aspecto que se ha concretado en la publicación y reconocimiento de obras de investigadores acerca de la lengua de signos y en una continua colaboración con universidades y entidades que enfocan su labor en este ámbito.
En este sentido, reiteramos nuestra sorpresa y malestar ante las declaraciones vertidas en LA NUEVA ESPAÑA por el señor José Manuel Valdés sobre nuestra Confederación.
Concha Díaz Robledo, presidenta de la Confederación Estatal de Personas Sordas Madrid
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