Indignación
Escribo estas líneas para expresar mi indignación y descontento con la situación que está viviendo el Hospital Valle del Nalón y, por extensión, la sanidad asturiana.
Hace unos días mi madre, una señora de 82 años, tuvo que ser ingresada en el Hospital Valle del Nalón. Por razones médicas, y con vistas a dar un diagnóstico certero, fue preciso realizar varias pruebas, pruebas que en su día se realizaban en el mismo hospital y que ahora, debido a los recortes, ya que los equipamientos precisos ni funcionan ni se reparan, se realizan en otros centros (nuevo HUCA en Oviedo y nuevo Álvarez Buylla en Mieres), y así mi madre estuvo rodando como una maleta de centro hospitalario en centro hospitalario, sin comprender el motivo, con todas las molestias que esto conlleva para una persona enferma y de avanzada edad. Resulta penoso ver cómo un hospital de referencia como el nuestro se aproxima cada vez más a un centro tercermundista. Hoy en día, en Riaño nos encontramos con las urgencias saturadas, escasez de camas (y medio estropeadas), una planta cerrada sine die (concretamente la 3º C), lista de espera de meses para pruebas e intervenciones, maquinaria estropeada y obsoleta, etcétera. Hay que reseñar que esto se suple en parte gracias a la labor de los magníficos profesionales con los que cuenta nuestro hospital y que también sufren en sus carnes la desorganización y el caos existentes. Tras esto están, aparte de los recortes del Gobierno central, la desidia y el mal hacer de un Gobierno regional que para justificar la inversión y los sobrecostes desmesurados de la construcción de los nuevos hospitales (400 millones entre ambos) devalúa sin rubor otros centros como el nuestro, que, por cierto, es el único con el que contamos en la cuenca del Nalón.
El señor Javier Fernández, tan progresista él, olvida que las personas no somos números y que es, cuando menos, poco ético anteponer la rentabilidad económica a la salud de las personas. Nuestro presidente olvida, puede ser que tenga síndrome confusional, como algún conocido suyo, que somos los ciudadanos los que pagamos estos servicios con nuestros impuestos y que por ello tenemos derecho a una atención digna y de calidad. El señor Fernández se olvida de todo lo que no suponga obtener rédito electoral… y así nos va a los asturianos. Los vecinos de la Cuenca estamos siendo expoliados, se han llevado los fondos, con ellos han caído las fábricas, los empleos, los servicios, las infraestructuras y el futuro de nuestros jóvenes. ¿Vamos a dejar que jueguen también con nuestra salud?
Desde estas líneas insto a los habitantes de esta Cuenca a movilizarse antes de que sea demasiado tarde y sólo nos quede el recurso del pataleo… Una vez más.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo