¿El derecho al pataleo es constitucional?
Cómo considerar, ante la situación que vivimos en este bendito país y en nuestra tierrina, el comportamiento de los poderes públicos respecto al compromiso constitucionalmente adquirido, hace casi 21 años de aquel 6 de diciembre, y teniendo todos los días conocimiento por los medios de comunicación de la actitud de nuestros representantes, tanto entre ellos como hacia las minorías casi mayoritarias de desempleados, sin techo, enfermos psiquiátricos (muchos sin diagnosticar), inmigrantes ilegales, ancianos con pensiones irrisorias, trabajadores con salarios apenas de subsistencia y jornadas interminables, víctimas de todo tipo de violencia tanto física como psicológica, familias con administración mágica de los ingresos para poder comer todos los días.
Pues por mi parte y teniendo en cuenta el Título I de la Constitución, supuestamente conocido por "todos los españoles, particulares y autoridades", sólo puedo pensar que esta idílica "norma jurídica suprema" si es conocida no es aplicada ni considerada y tal vez el Defensor del Pueblo debiera analizar en profundidad las consecuencias de las medidas adoptadas por el Gobierno para combatir esta por fin reconocida crisis; es que no existe entre nuestras autoridades ningun grupo de personas que sepan discernir entre: "progreso social y económico" y cuanto más meta en la saca yo mejor; "distribución de la renta regional y personal más equitativa en el marco de una política de estabilidad económica" y según que comunidad autónoma apriete las tuercas y cuanto más poder tenga un ciudadano así serán tratados; "vivienda digna y adecuada" y 8 personas viviendo en escasos 60 metros cuadrados; o alquiler de vivienda escasamente "digna y adecuada" superior al 40% del salario mínimo interprofesional.
En fin, no quiero entrar en el contenido todos los artículos de nuestra Constitución y menos desde el 14 al 54, pero me invade una sensación de desesperanza, impotencia, indefensión, inseguridad e inquietud que únicamente puedo resumirla con un "me siento hecho una mierda".
¡Que ganas tengo de patalear!
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