Enhorabuena, Sr. Rajoy, el gran ganador
Creo absolutamente, como muchos españoles, que sin duda el gran ganador de las selecciones del 20 de diciembre de 2015 ha sido el presidente de España D. Mariano Rajoy. Y gran ganador porque a pesar de todas las fuerzas políticas atacándole, con única arma de defensa expuesta: la corrupción (que cierto y muy cierto es). Este señor ganó limpiamente las elecciones, haciendo nacer un sentimiento en aquel partido que más credibilidad nos daba, para sacar adelante a esta España nuestra.
Se habló mucho del voto útil y me pregunto: ¿por qué la gente dice tanto voto útil? ¿No será que al final ven la utilidad de ese voto? Porque creen que ahí está la coherencia, la inteligencia de este hombre que hizo resurgir a un país hundido, descalificado en la Unión Europea y que iba a convertirse nuevamente en un hazmerreír de pandereta.
Me parece un gran político que tomando las medidas tan sobreseídas que tuvo que tomar, medidas tan criticadas que todos sabemos, esta España empezó muy poco a poco a despegar, hecho que nadie puede negar. Vibró la alegría del bienestar, del pedir una hipoteca, del atreverse a comprar un automóvil, del movimiento de alquileres porque, señores míos, estaba todo muy parado.
Y a este político de primera le sale la fuerza más radical de izquierdas, como es Podemos, que lo único que hacen es enfrentar y crear ellos un bipartidismo nunca visto. Jamás antes había ocurrido.
Bipartidismo tremendamente marcado, tremendamente enfrentado, para: “A río revuelto ganancia de pescadores”
Claro que existió corrupción: ¿cuándo no la hubo? ¿En qué partido no sucedió? Hay corrupciones que no salen a la luz, otras salen continuamente; quien esté libre de culpa que arroje la primera piedra.
Creo que hubo un tremendo hincapié y una desmesurada insistencia en la corrupción del Partido Popular. ¡Basta ya, por Dios! Insisto, sabemos que hubo corrupción pero que hablen los demás de una salida del paro, del crecimiento de este país, de soluciones de soberanía, de sanidad, de cultura, de pensiones y un largo etcétera, pero con datos, no apoyándose en una carta de una vecina de Valladolid y alguien que pretendía ser presidente llame emérito poco decente. ¡Esto es de vergüenza!
Baja la Bolsa, la UE asustada y apagándose las esperanzas que tenían de España.
Por eso, Sr. Rajoy, si no hubiese esos endemoniados pactos… Usted ha ganado las elecciones con 122 escaños, primera fuerza política en casi todas las provincias españolas.
Tienen gracia los independentistas que quieren pactar, seguir jugando una Copa del Rey o vender su cava. ¿Esto se entiende? ¿No es eso ser corrupto?
El mayor corrupto de este país es Pablo Iglesias. Corrupto por corromper a la juventud y a gente inocente llenándoles de promesas totalmente falsas. Adolfo Suárez en su gran transición dijo: «Puedo prometer y prometo». Y lo cumplió, pero era un varón de ley.
Este Podemos promete tonterías, falacias que se quedan únicamente en cambios de calles, traslado de belenes y persecución al que, supuestamente, “creen rico”: persecución al capital, engatusando con ello a jóvenes y a perro flautas.
Eso sí es corrupción, corrupción de ideas de intromisión y graves faltas por conseguir cada vez más una España dividida: roja-azul.
Buenos son los recortes y buenos serían los cortes de pelo.
Hay que ponerse las pilas, españoles, y me parece que el Sr. Rajoy nos las ha comenzado a poner.
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