La Nueva España » Cartas de los lectores » El obispo que viene

El obispo que viene

11 de Octubre del 2009 - Nacho Alonso Gómez (Gijón)

Hay una creciente preocupación en los sectores más clericales de la Iglesia asturiana por que desde hace varios meses se encuentra el sillón principal de la archidiócesis vacío. Este desasosiego se torna en neurosis cuando empiezan a conocerse los nombres de los aspirantes a ocuparlo, sus antecedentes, afinidades, ideologías y talantes. Esta última característica, pienso yo, que sería la única variable a tener en cuenta, ya que, en lo que se refiere a las otras, viniendo de donde vienen y nombrándolos quien los nombra, hay poco espacio para diferencias apreciables.

A los cristianos de la calle no nos preocupa mucho el perfil del que venga, pues es algo que, mayormente, se presupone. Es más, me atrevo a aventurar que no nos importaría demasiado el hecho de que no viniera ninguno. Llevamos un tiempo considerable sin arzobispo y no lo echamos gran cosa de menos. Seguimos a lo nuestro, que es lo que solemos hacer siempre.

De forma diferente, como es lógico, afecta a gran parte de los curas, que están muy desunidos, según dicen ellos mismos, y a algunos distinguidos grupos de laicos, todos ellos organizados en varios "lobbies", que van a depender directamente de él y, según sea su talante, se sentirán más o menos cómodos en sus poltronillas, sus parcelitas de poder o sus estatus sociales.

Es entonces cuando algunos muy preocupados por ellos mismos intentan hacer nuestras sus inquietudes, pronunciándose, solemnemente, sobre las características que serían deseables en el elegido, como si a nosotros nos importara un comino. ¿Alguien piensa, aparte del Gobierno, que lo que diga o haga el obispo altera nuestra forma de ser cristianos, o nuestras costumbres, o el devenir político y social de nuestra comunidad autónoma?

Según éstos, sería necesario que fuese persona conocedora de los problemas de una diócesis tan compleja que, digo yo, será como todas, y propiciante del diálogo y la unión de los sectores divididos, lo cual, viniendo por donde viene, da un poco de risa.

Y ya puestos, ¿por qué nadie rompe una lanza por el actual obispo auxiliar, perdón, administrador diocesano, Raúl Berzosa?, ¿a qué viene ese ninguneo?, ¿no tiene suficiente categoría?, ¿no será más sabedor que ningún otro de los problemas de la diócesis?, ¿será, tal vez, que sabe demasiado? Preguntas que uno se hace, simplemente por curiosidad, sin ninguna afección.

Entre los cuatro o cinco nombres que se barajan con posibilidades, se destacaban, hace unos días, dos: Ricardo Blázquez, obispo de Bilbao, y Pedro López Quintana, nuncio del Vaticano en la India. Al decir de los que entienden, éste último representaría la opción más "retro": diplomático de Roma, propuesto por un arzobispo castrense, ex asesor de asuntos generales de la Secretaría del Estado vaticano, persona muy cercana a Rouco Varela y a sus tesis conservadoras, jefe, que fue, del espionaje vaticano (tiene tela)... y todo así. Un ejemplar. El otro, Ricardo Blázquez, presidía la Conferencia Episcopal Española cuando asistió con otros cuarenta obispos a la concentración en defensa de la familia cristiana para condenar, entre otras cosas, el matrimonio entre homosexuales. Fue el defensor de la nota de la comisión permanente del Episcopado que apoyaba a la derecha política, pidiendo que no se votara a partidos que dificultaran el estudio de la Religión en la escuela pública y/o que defendieran la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Defensor, también, del camino neocatecumenal de Kiko Argüello y autor de un libro sobre la teología del camino, que sirve de guía a los miembros de este movimiento neoconservador. Éste es el "progre", según los que saben. Y así está el asunto.

A lo mejor no viene ninguno. O vienen los dos, yo qué sé. Pero por si hubiese una mínima posibilidad de que se tuviesen en cuenta las preferencias, me inclino más por un carcamal con pedigrí que por otro que venga envuelto en piel de moderado. Total nos va a dar igual y, así, por lo menos, nos reímos un poco, que buena falta nos hace.

Cartas

Número de cartas: 45901

Número de cartas en Septiembre: 5

Tribunas

Número de tribunas: 2079

Número de tribunas en Septiembre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador