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¿Demasiados universitarios? No, poca competencia en valor

2 de Enero del 2016 - Victoriano Suárez Álvarez (Oviedo)

Debido a la estafa mundial que todo el mundo llama crisis, se está reavivando el debate en torno a si en España hay demasiadas personas con títulos universitarios. Es un debate absurdo.

La cantidad de personas con titulación universitaria no es indicativo de prácticamente nada. En España, según la OCDE, está en el 40 por ciento, al igual que en Finlandia (el gran modelo a seguir); en Corea del Sur está en el 67 por ciento y en Japón, Canadá y Rusia, en torno al 58 por ciento.

Si hablamos de calidad, todos sabéis los puestos bajos que España ocupa sistemáticamente en todos los ámbitos y todos los años en los "Informes PISA". El debate no es la cantidad de personas con titulación universitaria, sino la calidad de esa titulación.

¿Jóvenes sobrecualificados?

La sola palabra sobrecualificación me parece un insulto a la humanidad, nunca se está sobrecualificado, el conocimiento nunca sobra, siempre suma. Me da igual si los conocimientos son académicos o no, para mí todo conocimiento me merece el mismo valor y respeto.

Escuchar a los gobernantes de un país decir que sus jóvenes están sobrecualificados me parece motivo suficiente para pedir su dimisión. ¿Por qué? Porque esa visión de la sociedad demuestra la sumisión política al imperio económico del sistema capitalista.

El problema no es la sobrecualificación (no veo cómo podría serlo), sino el modelo de sociedad y de mercado económico basado en la competencia en precio y no en valor. Defender la sobrecualificación como problema es defender reducir el nivel cultural de un país por mandato del capital. No dificultemos el acceso a los conocimientos de las personas, creemos una sociedad capaz de aprovechar ese conocimiento para crear valor añadido para el país y así poder competir en valor y no en precio.

Si creamos una nación capaz de absorber, asimilar y transformar todos los conocimientos de sus habitantes, estaremos creando una nación próspera y de bienestar. Si creamos una nación que limite el conocimiento por mandato del capital para crear esclavos modernos (se trabaja para sobrevivir, eso es esclavitud), estaremos creando un país condenado a la miseria, el desorden social y la violencia.

Más títulos no demuestran más conocimientos.

Todo aquel que diferencie a las personas por su nivel de estudios clasificándolos en "importancia" para la sociedad sólo demuestra su propia ignorancia. Todos lo conocimientos son igual de válidos para la sociedad, me da igual que sean cómo sembrar patatas o la teoría de la Relatividad, de A. Einstein.

Uno de los grandes errores sociales de España fue pensar que si no se cursaban estudios universitarios se era menos "válido" (todos tenéis la misma sensación y en algún momento lo comentasteis). Este error de base llevó a promover un sistema universitario de mala calidad para adaptarlo, rápido y deprisa, a la gran demanda de plazas y olvidar completamente la Formación Profesional.

Un país con muchos títulos y pocos oficios está condenado a no poder mantener el bienestar social. Los oficios son tan importantes como los títulos universitarios, son conocimiento y habilidades completamente necesarios para la sociedad del bienestar.

No permitamos que los gobernantes de nuestro país luchen contra su propia población limitando sus conocimientos. Obliguemos a la clase política a luchar contra el sistema capitalista que nos quiere convertir en esclavos sin valor para la sociedad. Aprendamos a crear valor y no a bajar el precio de nuestras propias vidas. Mi vida no tiene precio, ¿y la tuya?

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