Cobrar sin empezar a trabajar
¿A ustedes alguna vez les han pagado antes de empezar a currar? ¿Verdad que no? Pues a los diputados y senadores elegidos el 20 de diciembre, sin dar palo al agua todavía, les abonarán la primera nómina en enero. Si añadimos que los anteriores diputados y senadores, desde que disolvieron las cortes en octubre, también cobraron dos mensualidades sin tener actividad parlamentaria alguna durante esos dos meses, ¡la muñeca chochona, señores!, ¡se lo regalan! ¿De dónde vienen estos señores? ¿Tienen más necesidad ellos que los parados, las familias en apuros o las empresas y autónomos?
Pero todavía no queda ahí, si hacen como en Cataluña o aquí mismo, en Asturias, que han estado inoperativos varios meses cobrando y teniendo que verlos discutir de sueldos, dietas, cargos e incapaces de llegar acuerdos de gobernabilidad. La cosa es como mucho más grave de lo que reza el enunciado. Ya empezamos a hacerlos holgazanes y consentidos, luego no le pidamos peras al olmo; es lo que hay.
Luego dirán ellos y los periodistas afines que de dónde se saca para una renta básica de 600 euros, que Podemos no echa las cuentas, ¡sí las echa!, empezando por dignificar y asear el comportamiento de cada cargo público, nada de hoteles de súper lujo, comilonas y viajes de escándalo, como la alcaldesa del PP de Valencia. Eliminar Senado, diputaciones y despedir a miles de familiares enchufados por PP Y PSOE. Fuera escoltas, ETA ya no existe; los ciudadanos de a pie se las apañan cada día sin guardias de protección. Fuera pensiones vitalicias y prebendas reales. Hacerles devolver todo lo robado, lo despilfarrado, los sobres en negro y blanco, las concesiones y financiación a los amiguetes empresarios, que luego, claro, les daban el 3 o el 7 por ciento y no sabían dónde meter el dinero y lo tenían que llevar a Suiza o Andorra (todo eso para las arcas del Estado, más todos sus bienes); también rehabilitaban las sedes o viviendas pagando en negro. Y si había más de la cuenta, se lo repartían en sobres como churros entre ellos. Para todo lo anterior y mucho más sí había dinero; para quitar las tasas universitarias, el copago sanitario, subir las pensiones, para la dependencia, etcétera, ¡no!
Si los estropeamos nosotros antes de llegar, resulta que ellos sí ponen dificultades con su reforma laboral a los trabajadores para ser bien remunerados y considerados, pero ellos cobran sin ni siquiera entrar en el hemiciclo. Si supiéramos que luego rendirán, lo daríamos por bien invertido, pero no; sabemos de antemano que serán nulos para los intereses de quien los necesita, para quien se deben. Eso sí, la economía de ellos la organizan de puta madre.
Y todavía alguno les consiente y pide otras elecciones anticipadas, por ser incapaces de pactar y conformar grupos que lleven esta nave a buen puerto. Con estos sujetos sólo el naufragio está asegurado. Sólo exigiéndoles, poniéndoles colorados y denunciando sus comportamientos anómalos lograremos que vayan saliendo políticos mejores. Si pasamos por alto sus corruptelas y algo tan simple como que para cobrar uno tiene que habérselo ganado, sólo conseguiremos que nos tomen el pelo de nuevo.
Ser político es servir a los demás. Quien ose servirse del cargo para fines partidistas o personales hay que echarlo de inmediato. Ustedes, los periodistas, son pieza fundamental para que nuestra democracia goce de buena salud. Pero vemos en muchos más opinión ideológica que denuncia y crítica.
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