Línea editorial
De los medios de comunicación se dice, para hacerlo todo como más digerible que tienen una línea editorial determinada. Esa línea no la marca la información veraz, la opinión responsable, ni siquiera la ideología o prejuicio del periodista, es orientada encubierta o directamente por alguien superior para que se manipule la información que no va con los intereses de los grupos empresariales o financieros que les sustentan (todo esto, no hay periodista capaz de decir que es cierto, se juegan el sueldo) a pesar de que quien lee varios medios el mismo día, comprueba esta certeza. En conclusión, hace de los periodistas meros comparsas de los intereses económicos pagadores para que la información sea moldeada en determinada dirección, se esconda o coloque en primera línea.
No quiere decirse que no existan columnistas, tertulianos y profesionales de la información que todos saben que jamás se prestarán a este sistema disfrazado. Los hay, y son los que colocan a diario con columnas y opiniones de tapadera en sus medios para disimular su línea editorial, porque hacerlo todo manejable sería demasiado hasta para ellos mismo.
Cuando Pablo Iglesias sugirió algo parecido, le dijeron de todo, que quería el control de los medios, que la libertad de prensa la haría similar a Venezuela, etc. ¡y aquí tontos todos! que no ven como la misma información es portada o dirigida de diferente forma según el medio que tengamos delante. Es tan clamoroso a veces que uno siente vergüenza ajena. Puede que cada cual sepa darle su sello particular, pero llegar a casi desfigurar la noticia debiera ser delito. Nada tiene que ver con la libertad de opinión y prensa. Lo blanco puede estar decaído, pero jamás se parecerá al negro como algunos pretenden.
A los ciudadanos los toman por idiotas en todas las direcciones, pero no lo son. Puede que muchos no tengan la preparación o formación universitaria de quien se piensa que el titulo lo da todo. La capacidad de entendimiento, la comprensión de lo que lee, escucha o ve, el discernir entre lo bueno y lo malo, la verdad de lo que no lo es, etc. en una palabra la inteligencia; es algo que todos llevan dentro, pero muchos de estos manipuladores se piensan que es fácil engañar al personal, que quien no tiene titulaciones es tan bobo como él con su diplomatura sacada en muchas ocasiones por aburrimiento de padres, profesores o bien amortizada.
Cuando un medio es lo más parecido a la imparcialidad, información y opinión autentica; vende y se lee más que otros. Pero no le faltarán a éstos menos veraces sus afines que se recrean cada día con su propia farsa. Es cierto que nos acostumbramos a todo, ya nada nos exaspera en exceso, tenemos el colador noticiero preparado, algunos hasta hacen como con las encuestas, le sacan la media, lo cual la injusticia está servida en bandeja fina, toda media es injusta. Si uno de Génova se embolsa sobres en negro de 12.000 euros y otro de Ferraz, ninguno; la media dice cada uno metía a su bolsillo 6.000 euros y como ven, injusto a todas luces, estamos equiparando magnitudes de comportamiento diferentes.
Mantener unos criterios ideológicos derecha o izquierda, es comprensible. Pero defender o atacar comportamientos políticos porque así lo marqué quien nos paga, es hacer un flaco favor a nuestra profesionalidad. Un abrazo enorme para todos esos periodistas que no se dejan manipular y cada día disfrutamos de su opinión sensata e ilustrativa sobre cualquier noticia.
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