Sporting, la historia se repite
Ya estamos en Primera, pero como siempre con el agua al cuello, y si no bajamos esta temporada, será pronto. No vale la milonga de que no se puede fichar. Para qué vino Nico Rodríguez. Que se arregle como pueda y que solucione su parcela, que para eso cobra. Si no es así, otra vez a cuestas con la desaparición. Los dirigentes actuales y sobre todo José Fernández, para resarcirse y, al menos, empatizar con la afición lo primero que deberían hacer es pedir disculpas públicamente por la herencia que dejó Alfredo García Amado, el personaje más nefasto que pasó por el club en muchos años y del que no se acuerda nadie; ni ellos ni los periodistas, que tienen miedo hasta de nombrarlo. Y, claro, de esta mala gestión, tanto económica como deportiva, se llega a lo que está pasando ahora, que como la Escuela de Fútbol sigue sin funcionar como es debido, no salen futbolistas que puedan jugar con cierta holgura en Primera División. Algo pasa que parece tienen su techo en Segunda División, como mucho, y algunos ni eso. Bueno, los hay que compiten en Primera decentemente, caso de los centrales y de Sergio, porque son físicamente fuertes y juegan con intensidad y concentración los noventa minutos, pero los demás, justitos. Así nos va.
Abelardo, que como es de Gijón no tiene una estatua como el que no lo es, no es perfecto. Tiene la cabeza bien amueblada y casi todo lo que dice, desde mi punto de vista, tiene sentido. Dice que no hay equipo para Primera y estoy de acuerdo, pero, como todos llevamos un entrenador dentro, creo que se equivoca. Dicen que pide defensas y delanteros, pero el centro del campo, ¿qué? Ahí se fabrica todo y los equipos que vienen a El Molinón todos la tocan mejor que nosotros, que jugamos, como dice Jorge David (el exjugador del Sporting) del que fuera entrenador del filial hace muchos años Viesca, agazapados atrás y saliendo como flechas. Sólo tenemos, siempre desde mi punto de vista, un centrocampista con cierto empaque. Sólo está Sergio, los jóvenes están pelín verdes y en vez de ir dándoles minutos los pone poco y, sin embargo, el que dio todo lo que tenía que dar, para él es indiscutible. Será porque es buen chaval y hace vestuario, como dicen los seudoperiodistas. Estos siguen a lo de ellos, que, como siempre, ya empiezan a decir que con Meré el Sporting y la selección ya tienen central para muchos años, que somos mejor equipo que otros, etcétera; luego se queda todo en la mitad. Hace unos días vino una de estas lumbreras desde Madrid y decía, al unísono con la otra lumbrera de la emisora por la que hablaban, que el Sporting no se había portado como un club señor con dos de sus futbolistas. Ver para creer. ¿Qué es que cuando se vayan los centrales (¡ojalá que no!) y nos dejen empantanados se portan ellos como señores? Ya está bien de disculpar a los jugadores. Cuando les va bien, dicen que es para mejorar y que llevan el club en el alma, pero se van. Pues al contrario, cuando no les vaya tan bien que se busquen la vida, que para pedir a la puerta de una iglesia no van a quedar. Y en este caso, tuvieron suerte bastante en llegar al Sporting, que les dio un nombre en el fútbol para seguir su carrera en otros sitios. Como siempre, los seudoperiodistas dirán que ellos no vinieron a pedir que se les fichara, pero lo que no dicen es que nunca tuvieron entidad para jugar en el Sporting y que por fallos de los que los fueron aupando, como en otros muchos casos y que desgraciadamente siguen pasando, llegaron arriba. Y es que no son críticos, lo mismo ellos que aquellos a los que llevan a comentar los partidos y tertulias. Nadie, nadie se moja lo más mínimo, siempre poniendo paños calientes, no vaya a haber mal rollito.
Así seguimos, echando la culpa a la Liga de Fútbol. Vale, como queráis, pero aquí hay que funcionar, que el pozo está ahí y luego volveremos a la historia de siempre. Los dirigentes, de rositas; los de la parcela deportiva, echando balones fuera, y los periodistas, calladitos y cuidadito con lo que se dice, no se vaya a enfadar no sé quién.
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