La Nueva España » Cartas de los lectores » El abrazo durante el cáncer

El abrazo durante el cáncer

12 de Enero del 2016 - Mari Luz Castrillón (Boal)

Cuando una mujer se enfrenta al diagnóstico de un cáncer de pecho es muy difícil asumir lo que se viene por delante. Tanto la mastectomía como los tratamientos son muy duros, durísimos, pero si algo podemos agradecer las que hemos pasado por ello es el cariño que recibimos de esas personas que nos quieren, la familia, los amigos que te sacan a tomar un café cuando no tienes ganas de nada y, también, a todos los que no conocías y que de manera altruista y sólo por apoyar a las mujeres que hemos pasado por esto te sorprenden.

Del cáncer también se puede sacar algo positivo, y es que de esto se sale y sirve para poder darnos cuenta de a quiénes tenemos al lado. Quiero dar las gracias desde aquí a todas las enfermeras que me han ayudado y apoyado en todo el proceso y que se volcaron conmigo mucho más de lo que les exige el contrato. Gracias por vuestra humanidad y cercanía. A todo el equipo médico del Hospital de Jarrio, que siempre me han tratado con una delicadeza exquisita y que tanto se valora cuando estás enferma, y especialmente a María, propietaria del centro de tatuaje Valkiria, en Gijón, y que de forma totalmente altruista me hizo una micropigmentación del pezón en mi pecho reconstruido y volvió a darme la fuerza y la ilusión de mirarme al espejo sin complejos. Ahora me toca a mí dar las gracias a todos los que estuvieron a mi lado durante este proceso, y es que sentirse apoyada y querida cuando uno está enfermo es algo que no se paga con nada. Lo bueno del cáncer es que pone las cartas boca arriba y es ahí donde te das cuenta de dónde está la gente que te quiere y te apoya de verdad, y el cariño vale muchísimo y cura, cura de verdad.

Después de someterme a la reconstrucción del pecho, estaba perdida, como nos sentimos todas, y buscaba a un profesional capaz de volver a darle forma a mi pezón, porque las mujeres tenemos la necesidad de volver a ver nuestro cuerpo de verdad. Ahí encontré a María, una chica joven, cercana, cariñosa, que me abrió las puertas de su centro y que me trató con un cariño inmenso, mientras volvía dar forma real a mi pecho. El resultado fue maravilloso, ella es muy consciente de la enfermedad por algunos casos que le tocaron de cerca, y, además de su trabajo impecable, no hubo forma de pagarle. Así que quiero, al menos, dar una bocanada de esperanza a todas esas mujeres que ahora se enfrentan a la enfermedad y transmitirles que de esto se sale, y aunque hay que luchar, no vamos a decir que no, hay mucha gente que te hace mucho menos empinado el camino. El mes pasado fue cuando me puse en manos de María y, sin duda, volvería a hacerlo, porque es una auténtica profesional y un ser humano estupendo.

Gracias a cada uno de los que me habéis abrazado en este tiempo, a los que os habéis preocupado por mí y a cada uno de los profesionales sanitarios que me han hecho mucho más llevadero este proceso, gracias por la comprensión, el cariño y la dedicación. A mi familia, que, como era de esperar, no me falló en ningún momento, y a mis amigos, que han sabido estar cuando la vida se nos pone cuesta arriba. Gracias a todos, si no fuera por gente como vosotros hoy no estaría sonriendo otra vez.

Cartas

Número de cartas: 46070

Número de cartas en Octubre: 8

Tribunas

Número de tribunas: 2087

Número de tribunas en Octubre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador