El nuevo futuro que nos espera
En los próximos cuatro años, los españoles vamos a ser testigos de los mayores esperpentos políticos que jamás habíamos visto hasta la fecha. Por un lado tenemos el reparto de escaños del Congreso de los Diputados, con la presencia de una nueva fuerza política de la extrema izquierda, que ya desde el primer día de su comparecencia en la constitución de la Cámara Baja ha mostrado sus artes poco ortodoxas en su estreno como partido político en dicha Cámara. La forma de jurar el cargo cada uno de los diputados de Podemos ya dice bastante de lo que va a ser la próxima legislatura. Pero lo más curioso fue la presencia de un bebé de seis meses, hijo de la diputada Carolina Bescansa, al que llevó con una peregrina disculpa de que los allí presentes se diesen cuenta de lo que ocurre en la calle. Pues lo que no se ve en las vías urbanas es a mujeres dándole el pecho a sus retoños, si no que utilizan lugares discretos en cafeterías o centros comerciales donde existen reservados para esos menesteres. Más bien lo que pretendía esta diputada era hacerse notar en dicho acto para llamar la atención con sus ubres mamarias.
El otro posible esperpento es la triste situación de Cataluña, que ha montado el Sr. Más, ya dimitido, el Sr. Junqueras y el nuevo Presidente de la Generalitat Sr. Puigdemont. Los próximos dieciocho meses, más o menos, van a ser decisivos para esta comunidad española, de cara a un futuro incierto si declaran la independencia. El próximo Gobierno de España tendrá que estar muy atento a todos los movimientos que se hagan en la Generalitat. Los partidos de la oposición al actual Gobierno en funciones le aconsejan al Sr. Rajoy que hable con el nuevo Presidente autonómico de Cataluña. Si es para felicitarle por el nombramiento, creo que lo puede hacer por teléfono, y así evitará gastos inútiles para una entrevista personal. En caso de que se celebrase esa entrevista, yo le aconsejo a nuestro Presidente que no mencione la palabra Independencia, porque entonces caería en la trampa que le va a tender el Sr. Puigdemont, de discutir las condiciones de esa supuesta independencia.
Y todavía queda la investidura del próximo Presidente del Gobierno de España. El Sr. Rajoy lo tiene muy difícil, aunque no imposible, ya que un pacto, del cual se habla a diario, entre PP, PSOE y Ciudadanos, daría estabilidad a la formación del gobierno para los próximos cuatro años. Pero el partido socialista y sobre todo el candidato D. Pedro Sánchez no quieren ni oír hablar de que el Partido Popular siga gobernando España. Si esta negativa es por la corrupción que hubo en el partido gobernante, entonces el partido socialista que mire en Andalucía y Asturias, incluso en Madrid, los casos de corrupción que están en los tribunales. El Sr. Sánchez ha dado muestras de prepotencia, poca educación y una ansiedad de poder que rebasa lo imaginable. Me parece que es muy pronto para dar el salto que pretende conseguir, sobre todo por el poco tiempo que lleva como secretario general del PSOE. Cuando se quiere llegar a lo más alto, con el fracaso, más dura será la caída.
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