Abocados a unas nuevas elecciones
Ha terminado un año y, como siempre, comienza otro y lo celebramos, pues todos posamos en el nuevo grandes esperanzas para lograr objetivos y metas por las cuales trabajamos y en las que hemos puesto nuestra ilusión. Ando un poco triste y desconcertado, entramos en este 2016, año bisiesto, de la mano de la soledad más acuciante y profunda de los últimos tiempos, con un escenario político que no tiene precedentes, la toma de posesión de los 350 diputados, que deben elegir al presidente del Congreso, en principio, por mayoría absoluta, algo que se nos antoja muy difícil ocurra, por lo que se iría a una segunda votación, en la que bastaría la mayoría simple, forma parlamentaria que permite gobernar, pero que mejor ni pensarlo, ya que incluye la abstención del PSOE, y el objetivo político capital de los socialistas no prima consensos ni darles luz con ellos a acuerdos de estabilidad. La actual situación no garantiza esa unidad, constituye un problema en sí misma, forma parte más del problema que de la solución, falta dialogar y alcanzar acuerdos. Estamos abocados a unas nuevas elecciones, no se tiende la mano para formar un Gobierno fuerte, capaz de frenar el desafío independentista y defender la democracia, nos sentimos seguros por la Constitución y el respeto a la ley, pero abocados a forzar un adelanto electoral para el mes de mayo.
Pedro Sánchez, líder socialista, parece aferrado a esa idea a pesar de que ha obtenido los peores resultados electorales desde 1977; haría bien, a mi juicio, en abstenerse y dejar que Rajoy gobierne en minoría con acuerdos puntuales y no forzar un adelanto electoral, pues el 20-D costó a las arcas públicas más de 130 millones de euros, y repetir unas nuevas nos costaría unos 160, y no es promesa, es una realidad que se da por no dar cumplimiento al mensaje dejado por la ciudadanía en las urnas, que expresó el deseo de una mayoría de españoles que no se sienten representados por una formación a la que han dispensado su voto.
Ausencia de precedentes lo que nos llega de Cataluña. Artur Mas retira su candidatura a la Presidencia de la Generalitat y presenta, a su imagen y semejanza, al alcalde de Gerona y presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia. Y es que no hay persona más vacía que la que está llena de sí misma. El nuevo desafío de Artur Mas, con visiones claras en su objetivo independentista, no es para mirar para otro lado, tiene costes. Hace unas semanas el ministro de Exteriores, señor Margallo, llegó al extremo de afirmar que en Cataluña se ha producido "una sublevación en toda regla" y asegurar que "cuando uno se encuentra con una sublevación de estas características, la sublevación se sofoca, hay que impedir que se salten la ley". Margallo nada dijo de los mecanismos que hay para hacer frente a estos problemas que han dividido en dos y enfrentado a la sociedad catalana con el resto de la sociedad española, pero sí afirmó que cuando hay una sublevación se sofoca. La diferencia está entre predicar y dar trigo.
Benigno Martínez-Fuego
Marcenado (Siero)
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo