La Unidad de los Cristianos
Desde el 18 de enero se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Esta iniciativa a la que se adhieren la mayoría de los cristianas, empezó su andadura en 1908. En el hemisferio norte la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero. Estas fechas fueron propuestas por Paul Watson para cubrir el periodo entre la fiesta de san Pedro y la de san Pablo, que tienen un hondo significado. En el hemisferio sur donde el mes de enero es tiempo de vacaciones de verano, las Iglesias frecuentemente adoptan otras fechas para celebrar la Semana de Oración, por ejemplo en torno a Pentecostés. Desde entonces, 1908, se ha ido constituyendo en una cita anual que nos damos los cristianos para rezar por la plena unidad visible de la Iglesia de Cristo. Los materiales para la Unidad de los Cristianos 2016 han sido elaborados inicialmente por un grupo de Letonia. El lema elegido es: «Destinados a proclamar las grandezas del Señor». Este lema se inspira en un pasaje de la Primera Carta de san Pedro (2, 9-10). El texto bíblico dice: Pero ustedes son raza elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su posesión, destinado a proclamar las grandezas de quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa. Ustedes que antes eran «no pueblo» son ahora pueblo de Dios; ustedes que no eran amados, son ahora objeto de su amor. Son fascinantes las palabras de este texto bíblico, que nos dice: Ustedes son raza escogida, destinados a proclamar las grandezas de quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa. Somos, sin mérito alguno por nuestra parte: raza escogida, raza destinada a proclamar las grandezas del Señor. Raza de Aquel que los llamo: de las tinieblas, de la oscuridad más absoluta, del fango, de la triste mezquindad del corazón herido a la luz, a esa luz maravillosa que alumbra el cosmos, que brilla dando belleza al universo entero. Ese es nuestro cometido estar unidos todos los cristianos que hemos recibido esta luz de Cristo: para alumbrar, para dar brillo, para dar esplendor, para comunicar a todos el bien recibido. No podemos escondernos, arrinconarnos; hemos de vencer, estemos en donde estemos, las tinieblas de un mundo que nos oprime y convertirnos en mensajeros de la unidad, de la vida y de la paz de Cristo. La idea fundamental que se quiere transmitir es que todos los bautizados, aunque formen parte de diferentes Iglesias y comunidades eclesiales, comparten la misma vocación de proclamar las grandezas del Señor. Una imagen que puede representar bien este concepto es: «La más antigua pila bautismal de Letonia que es de los tiempos del gran evangelizador de Letonia san Meinardo. Originalmente se encontraba en la catedral de Ikile. Hoy se encuentra en el mismo centro de la catedral luterana de la capital del país, Riga. La ubicación de la pila, tan cerca del púlpito ornamentado de la catedral, expresa elocuentemente la relación entre bautismo, vocación y proclamación de las grandezas del Señor».
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