Vendete al peor postor
No me he podido resistir. En tono de crítica una vez más pero esta vez quizá más concreta. De cuando en cuando los medios y la redes sociales se encienden a raíz de un chisme al que deciden llamar noticia, y digo chisme, porque los sucesos, las gilipolleces y los cotilleos tienen más eco que cualquier hito que realmente pueda tener cierta trascendencia. Si no mirar lo que sabemos que ha pasado en las cámaras estos días, que Bescansa llevó a su hijo al Congreso y que Melendi tiene un escaño. Al menos el pequeño Nicolás está en la cárcel.
Durante un par de días, o puede que algo más será objeto de análisis en cada grupo de whatsapp, en cada par de cervezas... ¿La última? una mala noticia, hablo de la venta al mejor postor, o al peor.
¿La exclusiva? Un grupo de, diré que de música, pasa por encima de todo el panorama asturiano y en cuestión de dos días estará hasta en la sopa.
¿El motivo? Un chico guapo, una historia de amor y muchos contactos.
Quien pueda que se suba al carro, que esto no va de correr, va de volar.
No me sorprende y no me deja de sorprender, se pierde la pureza, la magia, la coherencia.... No importa que un grupo suene bien, importa la buena publicidad, el escándalo, el morbo, importan las pintas, los pitillos, las chupas de cuero... Y se hacen llamar ¿rockeros?
Podría nombrar, y voy a hacerlo, grupos que curran por hacerse un hueco y no se venden. Hacen como se hacía antes, como debería hacerse, tigra que les compras un disco y te lo agredecen joder, y suenan mejor que cualquier idiota de la radio, los Morrigans, que te dan vino en sus conciertos, o para gustos más estridentes hablemos de Acid mess, entre otros...
No puedo evitar ver ahí arte, música, humildad, gente que se deja la voz en ensallar, en pegar sus propios carteles, en buscar cada hueco para tocar, aunque sea gratis.
Y no puedo evitar no ver nada, por más que lo busco, en alguien, que, a mis ojos, anda por terreno pisado.
Puede que hable sin saber o sabiendo demasiado, pero es que el mundo es un pañuelo, lleno de mocos, por cierto.
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