Malas vibraciones
En el día de hoy me dirijo ante ustedes para comentar la situación que vivo y viven los vecinos de la parroquia de Santa Marina de Piedramuelle o en las zonas circundantes. Como he dicho, soy un vecino de Santa Marina de Piedramuelle, una parroquia perteneciente a Oviedo, que dista de la capital unos seis o siete kilómetros. Dicha zona posee numerosos aspectos que son atractivos para las personas y hacen que vivir en dicho lugar resulte bello y apacible. Pero hay una excepción que siembra intranquilidad y en ocasiones a más de alguno le ha dado un buen susto. Y es que desde hace unos años atrás un problema lleva persistiendo de forma continuada alterando la paz y la tranquilidad de los vecinos de esta zona, así como la de los lugares circundantes (Priorio, Las Caldas...).
Dicho problema es una explotación a cielo abierto de piedra caliza (Canteras Cárcaba). Esta cantera para la extracción del material utiliza una serie de explosivos que son detonados de manera súbita a cualquier hora del día dentro de su franja horaria de trabajo. Dichas explosiones al detonar causan un estruendo terrible que alarma a toda persona o animal o cosa que viva relativamente cerca. Seguido de esta explosión y de los ladridos de perros asustados y alguna que otra alarma de coche sucede una vibración, la cual parece que de un terremoto se trate. Puedes sentir cómo el suelo de tu casa tiembla dando la sensación de que se te va a caer encima. En ocasiones puedes llegar a experimentar un ligero corte de luz, un fallo en la conexión telefónica. Me imagino que más de alguno que esté leyendo esto y viva o conozca a alguien que habite por esta zona comprenda de qué estoy hablando.
En resumen, escribo esta carta para que los lectores comprendan esta situación que a unos escasos kilómetros de la ciudad sufren estos pequeños núcleos de población. A todo esto también hay que sumarle el tremendo impacto que crea sobre el medio ambiente, debido a la existencia de bosques y cotos de caza en los que es fácil ver jabalíes o corzos. Además hay que sumarle otros factores como el gran impacto visual que ejerce sobre este entorno. Una vez relatado este caso, dejo a su juicio una de las cuestiones más olvidadas pero no menos importantes: la de cómo tratamos al entorno que nos rodea y a quienes nos rodean, sin importar qué problemas o daños puedan estar aconteciendo.
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