Un torero irresponsable
Lo es Francisco Rivera, que dio unos pases a un toro con un bebé suyo en brazos, como en la televisión hemos visto. Eso, y además alardeando y presumiendo de semejante locura e irresponsabilidad. ¿Por qué lo ha hecho? Sencillamente, porque, últimamente, no sale en los medios ni se habla de él, sobre todo en las revistas cardiacas, que son su verdadero ruedo, muy particularmente el "Hola", en el que ha llevado a cabo sus mejores faenas, muy "smart", el presumido y presuntuoso, cuyas faenas solían ser amorosas, como noviazgos, bodas y también separaciones, cuanto es propio de las revistas cardiacas, que suelen ser muy generosas a la hora de pagar tanta frivolidad y estupidez social.
Lo que acaba de hacer este torero de salón, tan irresponsablemente, tenía que estar penado y ser castigado. ¿Cómo? Por ejemplo, un buen multazo y prohibirle pisar más una plaza de toros, eliminándole de la tauromaquia carpetovetónica, tan cuestionada ya de por sí y a la que acaba de poner, el Francisquito, en una situación más comprometida. Hala, más madera para la guerra de los antitaurinos, feroces enemigos de la fiesta nacional, que lo es también, a su vez, verdaderamente criminal. Así es, pero ello no nos hace militar en esa guerra, porque detrás de los toros están su tradición, su historia, su tipismo y eso de fiesta nacional, que es lo que verdaderamente ofende y molesta a sus feroces enemigos. Téngase en cuenta también que la cuestionada fiesta nacional está dando trabajo a cientos o miles de personas, siendo un gran señuelo para el turismo que nos viene de fuera. Nada de prohibiciones, al que no le agraden los toros, como a uno le ocurre, que no vaya y en paz. Para eso vivimos en un país libre y democrático, en lo que ya tengo mis dudas.
Lo asombroso e indignante de Francisco Rivera es que lo de exponer la vida de sus hijos parece ser que lo tiene por norma. Sí, porque antes, creo que en 1990, sacó a otro bebé por una ventana y lo mostró y balanceó con el riesgo de que pudiera caerse a la calle. En otra ocasión hizo andar a su niña delante de unos toros. Y para remate, en televisión le vimos también dando de comer a un enorme cocodrilo con un bebé suyo en brazos. ¿Qué clase de padre es este torero, guaperas él, de las revistas cardiacas? No es más que un irresponsable al que debieran retirarle la patria potestad. Y al burladero del desprecio y el olvido.
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