¿Habemus Gobierno?
Por el momento, la fumata es negra, muy negra, sin la investidura del presidente en funciones, con unos socios que se ha buscado el señor Sánchez, al que tienen cogidos por allí, repartiéndose ya la vicepresidencia y seis de los más importantes ministerios. Así por las buenas, que pueden ser las malas, ante la perplejidad del confuso ciudadano, que ve que su voto va a terminar, de una manera bastarda, favoreciendo a una idelogía y un partido completamente antagónicos al suyo. Esto es de locura, sí, porque todos estamos locos, políticos y no políticos, los de arriba y los de abajo y, de seguir así este desbarajuste nacional, nos vamos a ir todos al mismísimo carajo.
Los dos partidos más importantes y mayoritarios, con experiencia de gobierno, son PP y PSOE, o PSOE y PP, tanto monta monta tanto, y ambos son los que tienen que pactar una buena gobernabilidad, con el respaldo de Ciudadanos, que es el otro partido democrático y constitucional. Y nuestro respeto para los demás partidos políticos, cuya progresía extremista, radical o antisistema en nada les favorece y que ya no van con los tiempos que vivimos, en pleno siglo XXI. Fascismo y comunismo, por ejemplo, son ya historia, triste y dolorosa historia, criminal y despreciable, como los genocidas Hitler y Stalin. El mundo lleva hoy un rumbo completamente distinto, y aquella Europa bélica, enfrentada en dos guerras en el siglo XX es hoy una comunidad integrada por todas las naciones de nuestro continente europeo. Y en esa comunidad, la UE, tiene que estar nuestro país, pero con un país, una España unida, en paz, próspera y solidaria, y el conseguirlo es cosa que nos compete a todos, gobernantes y gobernados.
Por eso, esta anómala situación que vivimos, sin un Gobierno estable y responsable que nos saque de este atolladero social, económico y político, no puede continuar por más tiempo; hay que llevar a cabo cuanto antes ese pacto de gobierno, sacrificando ideologías e intereses de partido por una única ideología e interés, que no son otros que España, su unidad y recuperación de cuanto la maldita crisis se ha llevado por delante, dejándonos en tan angustiosa y dramática situación. Y si hay que hacer sacrificios y supresiones, se hacen drásticamente. Por ejemplo, agradeciendo los servicios prestados, creemos que tanto el señor Rajoy como el señor Sánchez deberían ser excluidos en ese pacto o convenio –en ello no hay animosidad alguna, quede claro–, para que no quede en él ninguna sombra o recelo. Y que la fumata blanca nos anuncie ya el nuevo Gobierno, que ha de ser de todos y para todos, dentro de los cauces democráticos y constitucionales.
Un año nuevo y un Gobierno nuevo, sí, que todo lo cambie y que podamos conseguir todos, también, un país nuevo. Y la paz.
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