Conservadurismo o el fracaso de la razón
Hace unos días conocí a una persona que se denominaba a ella misma como conservadora. Y me pasó algo que me pasa muchas veces y es que analicé la palabra, no solamente pasó por mi cerebro, asignándole el significado de persona de derechas.
Al analizar la palabra me di cuenta de que un conservador es alguien que quiere conservar, dejar las cosas como están y no evolucionar.
Llegado a esta conclusión, también me he dado cuenta de que todos los conservadores de todas las épocas no pueden estar acertados. Pese a que ellos no quieran, la sociedad sigue en evolución y ellos mismos reniegan de conservadores de otros tiempos. No veo votantes de centro-derecha actuales defender cosas de hace 80 años, como la dictadura de Franco, ni el uso del garrote vil. Los votantes retrógrados de dentro de 80 años renegarán de los de ahora, mientras que los progresistas veneramos a los luchadores de antaño, como Rosa Parks o Abraham Lincoln.
Puede ser que el día en que la sociedad haya evolucionado de tal manera que sea perfecta, ese día el conservadurismo sea la opción política correcta. En esa época la gente podrá decidir cuándo quiere morir, la homosexualidad no dará ni para hacer chistes y la mujer será tratada como el hombre. Quizás ese día la gente de ideas de izquierdas luchen por tonterías, quién puede ni imaginarlo. Descargar toda la memoria en un ordenador para luego meterla en el cerebro de un clon de Johnny Weissmuller o la implantación de un tercer ojo en la nuca.
Ese día, si yo estuviera, seguiría siendo progresista.
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