Nuestra preocupación aumenta
El próximo mes de noviembre hará un año de la publicación de nuestra carta manifestando la enorme preocupación por la instalación de una caldera a gas en un segundo sótano de la calle Campoamor, números 12-14, en contra del RD 183/1993 del 22 de octubre, vigente en el momento de la tramitación del proyecto, y entendemos que los riegos a los que nos están sometiendo son demasiado elevados. El grave problema son los tubos que atraviesan todo el garaje, aumentando aún más su peligrosidad.
El pasado 21 de septiembre se produjo en nuestro garaje sobre las 11.30 de la mañana un incendio que no llegó más lejos gracias a la rápida intervención de los Bomberos. Así todo, duró varias horas, causando el consiguiente pánico entre los vecinos.
La pregunta que nos surge es la siguiente: de no haber sido durante el día, si se hubiera producido por la noche, ¿qué habría pasado?
La situación es muy seria, y el miedo, aún mayor, puesto que la instalación de la caldera sigue siendo ilegal, por la ubicación de la misma, y el problema mayor surge con la instalación de la tubería de alimentación de la caldera a través de todo el garaje, y, en algunas partes, a una altura que ofrece un gran peligro añadido, por estar sometida a posibles impactos al intentar aparcar coches en dicha zona. Lo que no nos parece de recibo es que todos los tubos, en vez de ir subterráneos o por fuera de la vivienda, atraviesen el garaje, incrementando aún más la inseguridad.
Ante el riesgo que ello supone y ante el hecho de vivir todos los días con la espalda abierta, queremos insistir, por enésima vez ya, en nuestras quejas al Principado de Asturias, que autorizó la ilegal instalación que ha obligado a varios vecinos a acudir a los tribunales en demanda de una solución ajustada a derecho, ya que únicamente queda la ciega confianza en la justicia, para poner fin a esta situación que se torna dramática por el evidente peligro que ello conlleva.
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