El tripartito mordaza
Parece ser que al tripartito ovetense no le gustan las pancartas; la noticia textualmente publicada en LA NUEVA ESPAÑA: El gobierno prohíbe a un grupo de vecinos acceder al Pleno con carteles que piden un trabajo y una vivienda. Cómo han cambiado los tiempos; este gobierno ha aplicado la ley mordaza, de la que tanto reniega, con más vehemencia que cualquier otra institución pública. Ahora son gente de Ventanielles, que protestan por las promesas incumplidas del señor Sánchez Ramos; anteriormente, con los trabajadores del plan de empleo local; antes, con los trabajadores de la Auxiliar de Recaudación; han elegido colectivos realmente significativos para no dejarles hablar: trabajadores en apuros y gente con recursos escasos. ¿Se debe protestar en el Ayuntamiento? Sinceramente, esta institución es para la gente de la calle la más cercana y próxima, y, por lo tanto, la que debiera canalizar todo estas reivindicaciones; hagan un ejercicio de imaginación y piensen qué pasaría si el gobierno local estuviese en manos de otros partidos y en la oposición estuviesen los tres partidos progresistas del tripartito; Wenceslao, pidiendo la dimisión del alcalde por no escuchar al pueblo; vuelve la dictadura; Rivi, encadenado a uno de los pilares de la plaza del Ayuntamiento (no nos moverán); Rosón, ocupando la sala de plenos, con unos colegas y unas birras, pidiendo justicia, a madreñazos.
El único que parece que está trabajando, pero en su defensa, es Agustín Caunedo; la frase de su defensa (el dinero se lo dejó una tía, para explicar la trama del agua y sus viajes) es cuanto menos ocurrente; supuestamente el dinero que le deja una tía resulta que va a parar a otra tía o tías, pasando antes por ciertos negocios de hostelería; no se puede explicar de mejor manera la economía circular. Se quejan los del tripartito de que Agustín no da palo al agua en el Ayuntamiento, que ni aparece; si se le aplicara la legislación laboral en el ámbito privado, tres días de ausencia injustificada sería baja voluntaria, sin derecho a desempleo. Por lo tanto, el líder de la oposición, baja voluntaria. El médico residente Rosón, concejal de Economía (nadie se pregunta ¿por qué tenemos un médico llevando los números del Ayuntamiento?, ¿tan mal andan nuestras finanzas?, ¿estará en la UVI el presupuesto ovetense?), podría ser despedido por causas objetivas, no pasó el período de prueba. Sánchez Ramos podría ser despedido por muchas razones, pero una de ellas sobradamente probada es el incumplimiento manifiesto de sus promesas electorales; el Alcalde, aunque en cuerpo parece estar en el Ayuntamiento, su alma está muy lejos. Jubilación forzosa.
Quizá sin todo ese personal, las cosas nos irían bastante mejor.
Y si éramos pocos, va Rosón y se le ocurre decir que va a ir en caravana presupuestaria por los barrios, explicando el presupuesto; recordemos que el presupuesto es un ente abstracto, que ningún socio del tripartito conoce. Ni está, ni se le espera. El Ayuntamiento de Oviedo tendrá por primera vez unos presupuestos "in itinere". Rosón, como una especie de Mr. Marshall podemita.
Pónganse a trabajar todos, que aparezca el presupuesto por alguna parte, empiecen a escuchar a la gente, miren por la gente trabajadora, salgan de la burbuja política y bajen a la calle, porque, si no, les enviaremos a todos ustedes en las próximas elecciones a tomar por donde la espalda pierde su nombre.
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