José Luis Perales, siempre hay tiempo para tus melodías
Queridas lectoras, queridos lectores: acabo de finalizar la lectura de la ópera prima de un gran autor y compositor. "La melodía del tiempo" ha supuesto una nueva vuelta de tuerca en alguien que ha sabido cautivar a mucha gente a lo largo de varias décadas con esas melodías cargadas de amor, entusiasmo, alma, sencillez, tristeza y vida, mucha vida.
Ahora la letra y la música se ha convertido, por obra y magia de una persona que ama y adora su tierra, sus paisajes, sus gentes y la silueta inconfundible de esas casas colgadas, impregnando la mente y la palabra en negro sobre blanco, en tinta de sobria pluma sobre blanco papel...
Un pueblo de Castilla, perdido en la geografía del recuerdo, donde los recuerdos es lo que más abunda entre las historias de sus personajes.
Infancia, amores adolescentes, búsqueda de mejor futuro a la resignación a permanecer mudos y con y como el tiempo mientras pasan los días, los meses, los años, afanados en lo que la tierra y la vida han puesto ante sus ojos. Felicidad, angustia, recelos y, sobre todo, la familia como pilar principal de unas historias en las que nos hemos internado en cada casa, cada rincón, cada hueco de una persona con sus más íntimos sueños y secretos.
Os invito a disfrutar, como lo he hecho yo, a saborear las mieles del triunfo y la existencia de los habitantes de El Castro. Serán 340 páginas llenas de sensibilidad, pletóricas, ávidas por conocer, encontrar una respuesta y compartir con ellos lo que ha sucedido en el valle de Vallehondo a lo largo de tres generaciones.
Al final, como en cualquiera de sus canciones, entenderemos lo importante que es sentirnos bien con nosotros mismos y con todo lo que vuela a nuestro alrededor.
José Luis Perales, una vez más, tu canto, esta vez dibujado en una historia llena de historias, ha sido muy especial. Gracias a ti.
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