Soplando la mecha del 34
Los que pedían regeneración política ya están en el Parlamento. Y allí siguen con el show que iniciaron en las teles. La tarjeta de presentación de los podemitas deja mucho que desear, pero, claro, ellos ya soltaron el mantra de que los auténticos ladrones llevan traje y corbata, es decir, el atuendo que caracteriza a la cultura occidental ya no es de fiar. A mí, personalmente, no me alarman la cara ni las rastas del diputado Alberto Rodríguez, sino que pueda legislar un "señor" que farolea de agredir a la Policía. También que le acompañen tantos condenados por delitos varios: agredir a la Guardia Civil, zurrar a un concejal, tráfico de drogas, abuso sexual a una niña... hasta un exlíder etarra es senador podemista.
Vaya "padres de la patria" que nos cayeron encima. No es que a Celia Villalobos o a su jefe le sobren virtudes, pero en estos fanáticos hay algo más que teatro: siguen soplando la "mecha" que en 1934 prendieron sus abuelos ideológicos y que, según muchos analistas, incubaron la Guerra Civil; como escribió el británico Antony Beevor: "1934 fue ya una guerra civil en toda regla". En aquellos días, gritaban: "¡Viva la Rusia, patria del proletariado!". Y cuando allí mataban a millones de opositores, aquí lo tapaba la propaganda. Pablo Iglesias, ocho décadas después, usa la misma propaganda para los mismos objetivos; en un vídeo decía: "Lo nuestro es la dictadura del proletariado, pero si lo vendemos así, nadie lo va a comprar; debemos decir democracia".
La propaganda es el detergente de la mente; lo saben bien en Podemos. No en balde, Pablo Iglesias escribió: "El mundo, actualmente, es el mundo de la televisión", por eso la liaron al no estar sus asientos en primera fila del hemiciclo, y, qué curioso, quieren poner sus culos en las "mismas butacas" que lo hicieran la Pasionaria, Carrillo... cuando olvidaron Paracuellos, las checas... Y, como viven de predicar el odio, reeditan el Frente Popular quedándose el mercado: ya se comieron a IU. Ahora van a por el PSOE. Iglesias, en un artículo, decía: "Primero comerse al PSOE, después gobernar". Y lo tiene fácil: en Pedro Sánchez tiene a su "tonto útil". Este señor quiso ser tan rojo como el chavista, pero la gente busca el original. Como avisó el señor Redondo Terreros: "Si jugamos a Podemos, gana Podemos". Por ahora, ya consiguió dividir al PSOE.
Es oscuro que las televisiones, cuyo negocio es la publicidad, tengan tanta delicadeza con las izquierdas sabiendo que con sus políticas disminuye el consumo. Y, a todas horas, sacan la mierda del PP y la usan para tapar la de los ERE, la de Podemos, etcétera. No más claro es lo de Rajoy, que, teniendo la fiscalía y el CNI, no mueve un dedo para sacar la mierda de la gestión de Zapatero. Pero, claro, dos tontos en la misma "logia": acabaron con sus respectivos partidos.
Lo que está claro es que no dejarían que la derecha, una vez más, levantara España de la ruina que, siempre, provocan los "progresistas". Y, encima, les ayuda la derecha más lela del mundo. ¡Faltaría más!
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