Educadores somos
Una televisión cualquiera. Horario apto para todos los públicos. Programa. Película; La Selva de Cristal 13, versión extendida del director en 3D, precuela reloaded. Sinopsis: Un policía justiciero desarticula a una banda de narcoterroristas ruso islámicos, 357 muertos, algunos a tiros, la mayoría. Otros estrangulados con el cable del teléfono, otros caen por las ventanas de un decimoquinto, a otro lo aplasta un ascensor, dos mueren sepultados por una excavadora y otra más asfixiada con una almohada.
Otro programa: Cosas del corazón. Cruces de improperios, insultos machistas, alardes de sexualidad enfermiza, alardes de escasa cultura y conocimientos raquíticos más allá del ligoteo adolescentoide que ocupa las seis horas de programa, alarde de miseria moral, alarde de zafiedad. Parte del programa transcurre mientras comen yogures y mastican con la boca abierta.
Otro programa; Enorme Brother. Una casa ocupada por una banda de haraganes que compiten por ver quien se tira los pedos más sonoros y quien se chiva de las miserias ajenas con mayor gracejo. Emulación de contactos sexuales bajo la colcha. En ocasiones producción les emborracha para que disputen con más ahínco.
Deportes: una caterva de contertulios fanatizados con los ojos inyectados en sangre se dice de todo sin el menor respeto con motivo de dirimir si el gol de Perenganovic era en fuera de juego o estaba en línea.
Podría seguir, pero se me entiende, espero. Pues todas esas cosas y alguna más pueden verse libre y gratuitamente en cualquier televisión en horarios al alcance de cualquiera, y eso incluye a los menores.
Ahora parecen salir de debajo de las piedras paladines a ultranza de la protección del menor, me encanta. No sé a qué esperaron tantos años viendo cómo se extendía la putrefacción televisiva con la que muchos educan a sus pequeños. Si el detonador ha sido una representación de marionetas de mal gusto bienvenida sea ésta. Ahora espero de todos estos puristas advenedizos y oportunistas que apliquen su justificada ira a enfrentar problemas de enorme recorrido que al parecer no han sido capaces de percibir hasta hoy. ¿Por qué será?
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