A vueltas con los circos sin animales
Lo que es antinatural es defender a los animales por encima de las personas. Los animales están para servirnos a nosotros, no para lo contrario.
Porque si fuera como algunos dicen, no deberíamos matar moscas, ratas, ratones, mosquitos, cucarachas, escarabajos de la patata, pulgones, etcétera, ni el mosquito del virus del Zika u otras plagas que transmiten diferentes enfermedades; debemos meterlos en nuestra cama y cuidarlos. Tampoco deberíamos comer carne de animal alguno porque hay que sacrificarlos. Y como nadie podría matar un animal, llegaría el momento en que a los leones y las serpientes más venenosas los dejarían pasearse por su cuarto piso de la ciudad, ¿verdad? Tampoco debieran comer vegetales, son seres vivos, y no está claro que no sufran cuando ustedes los dentellean. Déjense de casigalinas, por el amor de Dios, existiendo tantas personas (enfermos, ancianos, dependientes y refugiados) necesitadas de nosotros; no creo que debamos ponernos tan tiernos delante de los perritos babosos y besuquearles asquerosamente mientras nos asquea la compañía de la abuela.
No hay que maltratar a ningún animal, pero con sus planteamientos será cosa del tiempo que ocurra lo contrario. Es parecido a lo del cachete a los niños, en este caso no eran animalistas, pero sí otra rama de la misma hipocresía arbolaria. Consiguieron que fuera hasta delito o muy mal visto ese cachete. La crueldad personificada, decían algunos, saldrán los niños traumatizados. Si fuera así, los grandes hombres y mujeres de antaño que dejaron huella, no existirían ahora (¡el cachete no!); los escobazos y reglazos les hicieron ser recordados por todo lo contrario a traumatizados. Un niño que no es reprendido a tiempo será más fácil que sea, como vemos actualmente en la gran cantidad de casos (antes era impensable), uno que en la adolescencia pegará a o maltratará a sus padres, anteponiendo el besuqueo baboso y asqueroso al perrito a besar a sus abuelos: anteponiendo la defensa de un animal a las personas, paseando y llevando de vacaciones a la mascota y dejando a sus abuelos olvidados. Su hipocresía es indigerible.
Esto de prohibir los circos con animales está tan fuera de lugar que quien propone esa medida es alguien sin personalidad alguna, se deja embaucar por animalistas de nuevo cuño que comen marisco hasta hartarse, sin pudor alguno en que los cocinen vivos o los tengan en las sidrerías fuera de su entorno, sufriendo, seguro, más que el león y el perrito en el circo. Déjense de casigalinas y defiendan a las personas, que bastantes necesitan de ello. ¡No ven que pintan el ridículo, prohíben desfilar y exponer a los animales en la cabalgata, pero sí pueden hacerlo los niños! Sois unos meticulosos que llegáis a empalagar, no merecéis el que se os haya votado. Con vuestras memeces los partidos convencionales se están frotando las manos.
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