Sostener el sostén
En sostén, sí, en sujetador se quedó Rita Maestre (Ventas, Madrid, 13 abril de 1988), en la capilla de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid el pasado 10 de marzo de 2011.
Encabezaba un grupo que, con pañuelos morados en la cabeza, invadió ese recinto religioso. Algunas mujeres desnudas de medio cuerpo para arriba y besándose tras el altar, propugnando consignas tales como "vamos a quemar la Conferencia Episcopal", "el Papa no nos deja comernos las almejas", "contra el Vaticano, poder clitoridiano" o "sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios". Ésta última realizada en forma de pintada en el interior de la iglesia por Guillermo Errejón, prometedor hermano, políticamente hablando, de Íñigo, secretario de política y director de campaña de Podemos.
A Rita la han juzgado, ha declarado el 18 de febrero pasado y, entre otras filigranas, ha dicho que "un torso desnudo no es un gesto ofensivo". Y que está de acuerdo con esa forma de defender sus ideas.
Por supuesto que un torso desnudo no es un gesto (yo diría más bien actitud) ofensivo. Si hasta incluso, estoy seguro, para muchos puede resultar placentero a la vista. Pero el entorno, Rita, el entorno es la clave. Pues no es igual una playa en verano que un lugar de culto.
No entiendo cómo a las neuronas de una licenciada en Ciencias Políticas no les resulta asequible establecer las conexiones sinápticas adecuadas que le descubran tal obviedad.
Respecto a que está de acuerdo con esa forma de defender las ideas, sólo puedo decir que me parece que ese sostén no se sostiene.
Aun siendo una persona joven, de una generación ahora pujante, por mucho que se empeñe si se tiene por demócrata (que supongo que lo deberá de ser, pues juega a ese juego: es portavoz del Gobierno del Ayuntamiento de Madrid), comprenderá cuáles son los límites de la libertad de cada uno, que desde bien niños nos enseñan.
Están donde empieza la libertad de los demás.
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