El presidente Bango en el recuerdo

Quiero recordar con nostalgia y cariño al que fuera presidente del Real Oviedo José Manuel Bango (D.E.P.), el último presidente que nos ascendió a Primera División. Este gran señor sí sabía de fútbol, no como los que le han sucedido en el cargo.

Fichó a entrenadores de prestigio como José Luis Romero y Vicente Miera, el cual lograría el tan ansiado ascenso a Primera División después de tantísimos años; jugadores como Carlos, Hicks, Sañudo, Gorriarán, Luis Manuel, Ricardo Bango, José, Juliá, Murúa y un largo etcétera vistieron por aquel entonces la camiseta azul.

Muchos de ellos salidos de la cantera oviedista, pues José Manuel entendía mucho de fútbol.

Y quiero recordarlo porque quien escribe estas líneas empezó a ver jugar al Real Oviedo allá por el año 1958, que vio jugar a grandes jugadores como Caldentey, Tony Cuervo, Marigil, Lalo, Romero, Amarilla, Icazuriaga, Girón, José María, Sánchez Lage, Galán, Marianín, Iriarte, Javier, Uría y muchos más, y me pregunto qué va a ser de nuestro Oviedín los próximos años.

Si Bango levantara la cabeza y viera lo que el actual consejo de administración ha hecho con el Real Oviedo, que lo más redondo que vio fue una libra de chocolate mordida por una esquina, no nos iría como nos va. Llevamos tropecientos coordinadores del Requexón y cambiamos de presidente como de chaqueta: que si Manolo Lafuente (el mandado de Celso González), que si Juan Mesa, que fue portero del Real Oviedo allá por los años 60 y que no le dejaron trabajar a gusto pues sí sabía de fútbol, que si Miguel Cano Mier, el cual, cuando le preguntaron en el Requexón delante de la televisión si iba a haber algún fichaje en el club, contestó: pregunta-y a estí que ye'l de les perres, en alusión a Alberto González, dejando en evidencia tanto su imagen como la imagen del club que representaba en aquel momento.

El único presidente que entendía de fútbol, y que no estaba dispuesto a ser un mero florero, fue el señor Tony Fidalgo, el cual al ver lo que se cocía en nuestro querido Oviedo le faltó tiempo para salir corriendo y no nos duró ni un mes.

El actual presidente, Dámaso Bances, es otro que no pinta absolutamente nada, que no toma ninguna decisión sin consultar con los otros dos que todos sabemos quiénes son, es un figurante de un des-consejo de administración que masacra la imagen del Real Oviedo un día sí y otro también. Yo, desde aquí, aprovecho la ocasión para darles un consejo: señores, pongan una carpintería o una floristería, que quizá les vaya mejor, porque de fútbol no saben absolutamente nada.

Como esto siga así, nos va a pasar igual que en la temporada 2006-07, cuando este consejo de administración cogió el equipo en diciembre y nos hundió otra vez en Tercera con un baile de entrenadores sportinguistas: primero, Ramiro Solís, y después, Díaz Galán.

Pudimos tener un buen presidente del consejo de administración cuando Francisco Gómez quizo comprar la mayoría de las acciones del Real Oviedo y no le dejaron vendiendo dichas acciones a la empresa Control Sport Siglo XXI, y así nos va... a la deriva y sin futuro.

En la actualidad, Francisco Gómez preside el Cartagena, al que ascendió a Segunda División A, siendo actualmente este equipo líder de la categoría, esto es saber de fútbol no como los actuales dirigentes del Real Oviedo, que no saben nada de nada. Pienso que con Gómez nuestro querido Oviedo podría estar en el lugar del Cartagena si no se hubiesen negado a verderle las acciones.

¡Un poco más de seriedad, señores! Cesan a Raúl González y tardan más de quince días en fichar otro entrenador. Personalmente, creo que Raúl no merecía este trato, creo que deberían haberle dado un margen de confianza de unos partidos más, ya que el equipo se estaba afianzando en defensa y sólo había que tener un poco más de suerte de cara al gol.

Hay que recordar también que el Real Oviedo tuvo cinco expulsiones en seis partidos en donde los arbitrajes dejaron bastante que desear, pero el equipo poco a poco iba a más. No hay derecho a hacerle esto a un hombre trabajador, honesto y serio como es Raúl González.

Pero, ¿qué podemos hacer nosotros, unos pobres aficionados que la única ilusión que tenemos es volver a ver a nuestro Oviedín donde se merece, en Primera División? ¿Qué podemos hacer con este consejo de administración que no tiene seriedad? Como muchas veces les ha pedido la afición azul en el Carlos Tartiere con gritos y pancartas: Váyanse señores, consejo dimisión. Tengan un poco de dignidad y respeto por esta gran afición oviedista que traga con todo lo que le echan y se mantiene fiel a sus colores. ¡Hala Oviedo!

Julio Menéndez Cuartas

Oviedo