La escenificación
La puesta en escena es el gran patinazo de los candidatos de los cuatro partidos más votados, eso hace que después de este pacto la cosa esté más complicada que anteriormente a él.
La puesta en escena de Rajoy siempre es, en todo momento, anormalmente descuidada, sea negándose a ser el elegido a la investidura, esté caminando, trotando, hablando o negándose a dar la mano, siempre se le ve desafinado y desentonado, como fuera de lugar. Claro que no es fácil sentirte persona non grata en tu lugar de nacimiento o ser el jefe de una banda donde cada día llama el juez a varios colaboradores muy directos por corruptela. Porque si estaba enterado, él debiera ser el primero en desfilar en esa ringlera de golfos; si no estaba enterado de nada debiera desfilar hacia su casa por culpable in-vigilado o in-eligiendo. Por todo esto, queda fuera del juego de pactos. Pero el PP es esencial para los cambios necesarios constitucionales, lo cual le hace seguir estando presente y necesario a pesar de todo, pero debiera ser sin Rajoy y muchos de los que se rodea.
Rivera, le vimos cómo tiró por la borda la ventaja que le daban las encuestas en 15 días de campaña con su prepotencia y sigue, ya que la puesta en escena de Pedro y él en ese pacto es de una exagerada parafernalia propia de dos párvulos, ya que no suman y, sí restan, ya que finiquitaron el pacto a derecha e izquierda, eliminando a PP y Podemos.
Lo de Pedro es como para decirle que se equivocó por hacerle caso seguro a Susana y, sobre todo, al presidente asturiano, que hizo casi exactamente lo mismo que Pedro, y así está empantanada Asturias por su incapacidad de llegar a acuerdos con Podemos que hagan la legislatura positiva para los asturianos. Pedro pasó momentos difíciles, donde ni los de su partido le querían; cuando parecía que recuperaba prestigio, sale con este pacto con la rueda de repuesto del PP, sin saber que eso le hace salirse del camino hacia donde pretendía llegar, ya que su única posibilidad para seguir estando era un pacto con Podemos y luego intentar sumar a Ciudadanos y otros, no al revés como hizo.
Podemos hace bien. Pedro se pasó de listo pactando con Ciudadanos, sin darse cuenta de que dejaba de lado al socio más natural, el que le podía conducir a la Presidencia del Gobierno. No se puede jugar con dos barajas a la vez o menos querer tomar dos direcciones diferentes pensando que un día se pueden encontrar.
La escenificación de Pablo proponiéndose como vicepresidente es la peor de todas, pero no están lejos las de los otros candidatos. Por todo ello, la Presidencia de España es algo muy serio como para dejarlo en manos de cualquiera de estos cuatro.
Creo que Pablo, Pedro, Rajoy y Rivera dejan el camino libre a otros de su partido para suplirlos. En el PP, es difícil por sus problemas y sistema presidencialista en congresos dominados por líder. A Pedro lo desean muchos simpatizantes, afiliados y, sobre todo, barones de su partido, pero sería el relevo más peligroso, ya que si Susana u otro barón de los que vimos suspirar por estar en el sitio de Pedro le da por autoproclamarse candidato en las primarias, será mal visto ese arribismo, y el electorado les hará pagar un precio elevado. Sólo un candidato ajeno a ese egoísmo interno podría hacerles recuperar lo perdido. A Rivera puede suplirlo cualquiera, es novel y presuntuoso; alguien lo haría mejor. Pablo tiene en su contra una sobredosis de autoestima difícil de encajar. Se observan compañeros con más empaque para tan osada empresa de ser vicepresidente y tener esos ministerios de gran responsabilidad.
Pero lo veremos, ninguno dejará su sitio voluntariamente por bien de su partido y de los españoles, si le metes el caramelo en la boca a un tonto, no esperes que lo suelte por sí mismo.
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