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Señor Vigil, se ha pasado veinte pueblos

1 de Marzo del 2016 - José Viñas García (Oviedo)

Decir que es una sinvergonzonería que no se quiere pagar el geriátrico suena como un poco faltón. Sería lo mismo que decir de usted algo parecido por querer seguir rucando en esos tugurios hechos a su medida como son los consejos consultivos (lleno de ellos y otros parecidos por todo el arco nacional, donde ustedes siguen percibiendo buenos sueldos a pesar de la situación crítica de miles familias) ¿ese dinero no le duele tanto como perdonar una deuda a quienes justifiquen que no pueden hacer frente a ese gasto de hipoteca inversa, por un bien escasito del familiar fallecido en un geriátrico del ERA? Incluso aunque las facilidades que se les dieran fueran grandes, si interpretan que no fueron informados adecuadamente y se sienten engañados, tienen todo el derecho a reclamar sin que nadie como usted les llame sinvergüenzas.

Tendría que saber que no es todo como parece, sí muchos muestran sus quejas es por algo, deben ser oídos y mucho menos insultarlos. El problema reside no en querer percibir la herencia, ahora por lo regular son un hijo-a o dos los que llevan el peso del cuidado de sus mayores, y la vivienda a heredar no es posible venderla para pagar la deuda contraída con la administración, que entre otras cosas mal sirve para seguir manteniéndoles a todos ustedes, los que llevan toda la vida viviendo de nuestros impuestos, y lo peor, es que quieren llegar rucando hasta el infinito, sin preocuparles dejar su sitio y espacio para algún parado necesitado.

Dice Señor Vigil, que si la persona estuviera en condiciones física aceptable estaría en su casa viviendo de su pensión ¿Por qué no hace usted lo mismo, ya que por edad allí debiera estar en vez de seguir cobrando lo que no merecen para nada, ya que son departamentos que ustedes mismos crearon para seguir estando?

En un geriátrico estatal en efecto, se ingresa a quienes su pensión no daría para los servicios prestados, pero sí aceptan otros muchos que tendrían para pagar residencia particular, y claro, éstos últimos no tienen problemas con ellos, ya que pagan bien su estancia. El problema reside en que un bien inmobiliario ahora no es un bien fácil de vender o como decía es vivienda habitual de la familia insultada que residía con sus padres o abuelos en ella, y que por motivos varios (trabajo, salud, etc.) tiene que meter a su familiar en una residencia. Qué pueden hacer si se encuentran con deudas que les resultan difíciles hacerse cargo de ellas. En algunos casos no se pregunta que en la vivienda con hipoteca inversa pudiera vivir su hijo y nietos por la situación económica que ustedes malos gobernantes les dejaron. Y dice tan alegre que el código civil dice que la persona responde de sus deudas con su patrimonio ¡ustedes perdieron el norte! ¿Qué quiere que se la dejen al estado y ellos vivir debajo de un puente mientras usted sigue cobrando de sus impuestos? Podría en vez de llamarles sinvergüenzas, reunirse con ellos, ver cada caso, y quizás muchos se resolverían eliminando departamentos como ese donde están escondidos usted y otros antiguos políticos que no hay forma de mandarlos para casa, sabedores además del desempleo existente.

Señor Vigil, siempre me pareció un Señor educado y elegante. Pida perdón por insultarles y también por los miles de políticos como usted ya amortizados, que tenemos que seguir manteniéndoles sin motivo y explicación, salvo por la mamandurria pegadiza de la que nadie quiere prescindir.

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