Alto, claro y a la cara
A usted , Sr coleta de Podemos, Pablo Iglesias, a usted que se permite el lujo de calificar de presos políticos a los etarras encarcelados, a usted le digo que son presos comunes, en concreto asesinos.
A usted, Sr coleta de Podemos, a usted le digo que el Sr Otegui no es un político inteligente, como lo ha definido recientemente; ¿ político ? no, asesino, eso sí, inteligente mucho, pues ha conseguido salir de la cárcel e inmediatamente intenta seguir viviendo del cuento del proceso pacificador, proceso inexistente que se inició y se acabó el mismo día que ETA dejó de matar.
Y si al Sr. Otegui le parece que es un drama que los familiares de los presos etarras lleven años yendo a visitarles a las cárcele , a usted Sr. coleta de Podemos y al S.r Otegui, yo les digo que el drama es tener que ir a visitar a los familiares a los cementerios.
Y a usted, Sr. coleta de Podemos, dictador en potencia, pedante, disfrazado de progre (la progresía es otra cosa), le digo que bastante sangre, sufrimiento y chanchulleo político nos ha costado el llegar hasta aquí como para consentir que ahora usted y cuatro más quieran volver a las aguas turbulentas del independentismo vasco.
Porque defender las ideas pacíficamente no es sólo un derecho sino algo muy digno, pero de forma violenta es un delito, aquí y en la Conchinchina, quieran ustedes o no.
Qué pena no tenerle delante a usted Sr. coleta de Podemos y al Sr. Otegui para poderles decir todo esto y mucho más a la cara, alto y claro.
Por expresar cosas como estas o parecidas, que hoy yo escrib , en otros tiempos no llejanos, yo saldría hoy de mi casa y lo primero que haría antes de coger el coche sería mirar en los bajos a ver si me habían puesto una bomba, o irme a vivir fuera.
Y eso no es política, eso es violencia y cobardía, que es lo que han venido haciendo los etarras durante tremendos años, así que no califiquemos ahora de presos políticos a quienes bastante suerte tienen con vivir bajo una legislación democrática que les permite cumplido cierto grado de sus condenas, volver a la calle y vivir, cosa que sus víctimas no pueden hacer.
Y córtese la colet , que está muy pasada de moda.
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