Mirar la Luna
Siempre que contemplo la Luna me invade una sensación de pérdida, como si algo le faltara a la Tierra, quizá sea parecido, si se produce, a la sensación de que Cataluña, Euskadi, Galicia, Asturias... ya no fueran España.
He de confesar que no soy nacionalista, porque nunca entendí que el nacionalismo español sea bueno y el nacionalismo catalán o cualquier otro sea malo.
Casi siempre las guerras son originadas por prejuicios nacionalistas cultivados y desarrollados en provecho de las clases dominantes para distraer al pueblo de los propios intereses de clase y romper su sentido de solidaridad.
En este momento de crisis (que no es otra cosa que el expolio del Estado) en que todo el peso de los sacrificios tanto humanos como económicos recaen sobre los trabajadores, me han recomendado una fórmula para entender lo que nos pasa.
Cuando uno mira la Luna no debe mirar el dedo que la señala, sino que debe buscar lo trascendente, la contingencia de las cosas, posiblemente la cara oculta de la Luna.
-Por esos caminos de la metafísica parece que algunos han encontrado a Dios, el cielo y el infierno, adonde te pueden enviar sin que parezca un asesinato, sino un favor para la salvación eterna.
-Por esos caminos se descubre que los poderes financieros no son malvados capitalistas, sino que son comunistas radicales de izquierda que van a repartirnos los dividendos de manera igualitaria.
-Se descubre que los poderes religiosos, salvo los islamistas radicales, ya no pintan nada. El Vaticano ahora es un museo.
-Que los poderes militares ya no son lo que eran, los armamentos que utilizan son pancartas rotuladas y pétalos de rosa.
Yo seguiré mirando mi dedo, aunque sólo dé para comprobar que la foto colgada de la pared de las escuelas de un terrorista durante más de cuarenta años no me ha producido daños colaterales, pero sí los produjo la muerte, el exilio y el fusilamiento de familiares en el cementerio de Mieres, sin juicio ni requisito previo alguno.
Seguiré mirando al dedo para ver cómo en este momento de desbarajuste, en que se dice que las ideologías no están de moda, aparecen financiaciones inconfesables, con múltiples contabilidades en los partidos.
Cuando parece que los españoles han metido en una encrucijada al poder político que no sabe cómo salir del atolladero, intentando montar una tramoya como la de la famosa Transición.
Como se inventan otro Suárez joven, guapo, moderno y con vocación de salvapatrias. Éste no tendría que legalizar al PC, sino evitar que los comunistas radicales de Podemos pudieran gobernar este país o estar en las instituciones democráticas..
¿Qué tipo de democracia tenemos que trata de dejar fuera de juego o no considerar más de cinco millones de votos? O será que algunos son demócratas siempre que gobiernen ellos. Para cuánto da la Luna.
Como diría Atahualpa Yupanqui:
"De tanto mirar la Luna,
ya nada sabes mirar.
Eres como un pobre ciego,
que no sabe adónde va"
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