Francisco Kraus, una persona entrañable
El pasado sábado 27 de febrero falleció en el Hospital Insular de Las Palmas a los 89 años de edad Francisco Kraus Trujillo, hermano mayor del tenor Alfredo Kraus. Fue la hija de este último, Rosa, quien me comunicó la triste noticia. Inmediatamente me vinieron a la memoria las últimas horas que pasé con él la primavera pasada, en su casa y en un restaurante cercano a la misma, cuando ya se encontraba muy delicado de salud. Al despedirnos no pude evitar la sensación de que aquella era más que una despedida, que era un adiós, con mayúsculas. Y así fue, salvo por una conversación telefónica que mantuvimos unos meses después. Hoy los recuerdos se agolpan y las emociones se magnifican.
Fue en el año 2003 cuando con motivo de la creación de la Asociación Lírica Asturiana Alfredo Kraus tuve mis primeros contactos con Francisco Kraus, que nos agradeció desde el primer momento la iniciativa de crear una asociación en memoria de su hermano, el legendario tenor. En seguida de conocerle personalmente a los pocos meses, dejó de ser Francisco para pasar a ser Paco, y una corriente de mutua simpatía sentó las bases de una relación que se convirtió en seguida en una gran amistad. A todo eso hay que añadir mi sincera admiración por su trayectoria como artista, siendo como fue un barítono de cierta importancia dentro de la ópera y sobre todo de la zarzuela, género al que dedicó muchos años de su vida, como cantante y también como empresario.
Empezó junto con su hermano en el coro del colegio del Corazón de María de Las Palmas, del cual fue solista. Recibió sus primeras lecciones de canto con María Suárez Fiol, y posteriormente, como su hermano, con Mercedes Llopart en Milán. Por imposición paterna tuvo que compaginar sus estudios de canto con las carreras de Perito Industrial y Magisterio, debutando profesionalmente en 1960 en el Teatro Comunale Giuseppe Verdi de Trieste con la ópera Kovánschina de Modest Mussorgsky.
Dotado de una hermosa voz de barítono, desarrolló a partir de esa fecha una meritoria carrera durante las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado, tanto en ópera como en zarzuela. Carrera que una dolencia cardiaca le obligó a abandonar, compatibilizando durante varios años diversas actividades empresariales con la enseñanza del canto en la Escuela Superior de Caracas (Venezuela). En 1987 se estableció en Barcelona dedicándose a la enseñanza en el Conservatorio del Gran Teatro del Liceo, donde se jubiló, trasladándose en el año 2000 a vivir a Las Palmas, donde siguió dando clases particulares hasta hace pocos años, recibiendo en este tiempo varios homenajes de sus paisanos.
Antetítulo: In memoriam
Sumario: Gran tenor canario y persona entrañable
Destacado: Nunca hubo en él un asomo de vanidad ni de envidia por la carrera de su hermano Alfredo
Desde 2003 colaboró muy activamente con las actividades de nuestra asociación, de la cual fue nombrado Socio de Honor en 2004, viajando a Oviedo en muchas ocasiones mientras su salud se lo permitió, y siendo en reciprocidad un esforzado cicerone en nuestros viajes a Las Palmas. Pero por encima de todo fue un buen amigo y una persona entrañable, cariñosa y discreta, sin un asomo de vanidad ni de envidia por la carrera de su hermano. Te echaremos de menos, querido Paco.
José Carlos González Abeledo
Oviedo
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