Cajastur en peligro
Ya estamos acostumbrados a los disgustos que, un día sí y otro también, nos regala el PSOE local y regional. El metrotren paralizado, la depuradora del Este también, la Universidad Laboral, pagada con el sudor de los trabajadores, rodeada de naves industriales, convertida en sede de la televisión autonómica y de hotel privado, el puerto del Musel, Aboño, Xivares, la futura incineradora de Serín, las térmicas, las líneas de alta tensión, etc, sería un rosario interminable de pifias realizadas o en proyecto si no fuera porque Valledor (algo de decencia queda en IU) lo ha resumido acertadamente: La casa de los horrores. La última es la utilización política de CajAstur, el banco público de los asturianos, nuestro banco. Porque, digamos la verdad, eso de que la banca española no estaba muy afectada por la crisis es un cuento chino. Si bien los bancos privados, como el Santander y BBVA estaban bastante mejor gestionados que otros occidentales y que tenían muy diversificado el riesgo, gracias a las inversiones en Iberoamérica, en bolsa, etc, las Cajas de Ahorro lo habían concentrado en créditos hipotecarios, algunos imposibles de cobrar y otros con una morosidad alarmante. Ya sabemos que el año pasado se han embargado en Asturias 1.300 viviendas por falta de pago, pero eso, comparado con lo que pasa en Andalucía y en Castilla-La Mancha, es una broma.
En efecto, las fusiones que, a toda prisa, se están pretendiendo entre CajaSur, Unicaja y Jaén o entre CajAstur y CCM (Caja Castilla-La Mancha) no obedecen tanto a la necesaria reordenación de este sector financiero como a una maniobra política, dirigida desde el Gobierno de Zapatero, para tapar los graves agujeros que la mala gestión de algunos de sus compañeros de partido han permitido y propiciado. Caja Madrid, por ejemplo, ya ha dicho que no quiere ni oír hablar de una fusión con CCM, uno, porque los resultados que ha obtenido hasta septiembre son negativos en un 44,8% y no aconsejan aventuras, otro, porque CCM tiene demasiadas oficinas y está en quiebra técnica. El presidente Areces y el virrey de las cuencas Villa esperan del Gobierno central muchos millones para seguir con el chiringuito del carbón, pero utilizar CajAstur como un cromo, como una mercancía de cambio, con lo que significa para los asturianos, ya es demasiado.
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