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Qué triste es la soledad

4 de Marzo del 2016 - Aladino Fuertes Valdés (La Felguera)

Este 5 de marzo, se cumplirán dos años de la muerte, de mi loco preferido, triste y solo moría a la edad de sesenta y cinco años en la bella isla de La Palma de Gran Canaria. Nació en Madrid allá por el año de 1948, hijo de poeta, sobrino de poeta y hermano de poeta, solo podía ser el mejor de los poetas. Estudio Filosofía y Letras en la Complutense de Madrid y Filología Francesa en la de Barcelona, fue traductor y ensayista pero sobre todo poeta. A la edad de catorce años pierde a su padre, cosa que en mi opinión fue lo que luego marcaria toda su vida, la falta de esta persona. En sus devaneos de juventud, cae en las manos del tabaco y sobre todo en el alcohol, sus poemas sus criticas van en contra del régimen político de entonces, lo que le lleva a conocer la cárcel, como también conocerá las drogas, a las cuales dedicara infinidad de versos, en el 70, su madre lo ingresa en el manicomio, pues cree que es la solución para encarrilar a su hijo, donde es tratado por esquizofrenia. Alrededor de los años 80 es de nuevo ingresado en el psiquiátrico de Mondragón, donde bajo su opinión intentaron matarle, como hicieron con su hermano, de esa época, sus poemas no tienen desperdicio ninguno para aquel que sepa apreciarlos,

En alguna de sus entrevistas le preguntaban sobre su musa, sobre su inspiración como lo hacía, el simplemente respondía que los poemas surgen de oír a otros poetas y leer otros poemas, demostrando así que toda idea literaria viene dada por algo que ya, ha llegado hasta nosotros. Creo que en los poemas titulados; Papa, dame la mano que tengo miedo, está la clave de esta vida llena de tristeza y soledad, por la ausencia de su padre, pues en palabras de el mismo era la única persona de su familia a la que echaba de menos, y en un pasaje de sus versos nos dice: Estoy solo en la sombra, antes de oír alguien a mi espalda que me susurra a mi oído las silabas del miedo: Papa, dame la mano que tengo miedo,Nadie puede salvarme ya, nadie puede curarme, el fluir de la conciencia es mi lodo y mi vida. Los pájaros mueren sobre el papel, mi frente me cae a los pies, y me la recojo, precipitadamente, para después volver a colocármela, sin que nadie se dé cuenta.Algún día volveré, solo para pedirte, que me des la mano, porque mi padre ya no está.

Tras largo tiempo, ingresado voluntariamente en la Unidad de Psiquiátrica de Gran Canaria, o como él lo llamaba, El manicomio de Don Rafael, muere triste y solo, sin nadie a su lado y sin que las autoridades sepan qué hacer con su cadáver, Vergonzoso, ¿No?. Esta es la historia de un poeta loco, o un loco poeta, que nos abandono, en la soledad, y por eso en mi memoria quedaron grabadas sus palabras en las que nos decía; En el largo viaje por el mar del que provengo, tengo derecho a mi cansancio y a mis heridas.porque todos los hombres encuentran, alguna manera de vengarse del mundo y la mía ya la sabes. Solo puede ser escribir ..

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