Sporting-Real Madrid: un boicot a la avaricia
Como todos los sportinguistas sabrán, mañana el Sporting de Gijón se enfrenta al Real Madrid en El Molinón.
Como es lógico, este enfrentamiento de primer orden ha sido elegido por la directiva para establecer uno de sus días del club, es decir, uno de los días de la Liga en que los socios deben pagar un extra en metálico para asistir al partido. Que el club seleccionara esos días entre los que mayor expectación podían despertar en función del rival era lógico y esperable.
Lo que ya no era tan lógico, ni tampoco de esperar con la que está cayendo, es que el importe subiera nada menos que un 50% sobre el año anterior. Si en la temporada 2008-2009 el socio se veía obligado a abonar 20 euros por esos partidos especiales de la Liga, este año nos hemos encontrado con que el precio ha subido a 30 euros.
Que esto suceda en la misma temporada en que una desordenada y poco afortunada reasignación de los asientos ha supuesto para muchos socios muchas molestias y algún disgusto puede considerarse una mala idea. Que, por si fuera poco, ocurra el mismo año en que los abonos de los socios se encarecían de un modo desproporcionado sobre la cuota del año anterior puede considerarse sin duda inoportuno. Que se anuncie este incremento cuando se sabe que esos mismos socios van a tener que pagar como si no lo fueran por los partidos de la Copa del Rey y los enfrentamientos que no sean estrictamente ligueros puede considerarse una falta de sensibilidad mayúscula.
Que además todo esto tenga lugar en medio de una de las crisis económicas más fuertes de los últimos tiempos roza sencillamente lo escandaloso.
Hay una palabra que resume muy bien estas circunstancias -mala idea, inoportunidad y una escandalosa falta de sensibilidad- y esa palabra es avaricia. Y la avaricia, como bien dice el refrán, puede llegar a romper el saco. Un saco formado por una masa social ejemplar que ha soportado una larga marcha por el desierto del descenso, y que merecía ahora un trato ligeramente mejor del que el club parece dispuesto a darle. Un trato que se resume muy bien en el hecho de que los socios del Sporting tendrán que abonar un 30% de lo que les costaría la entrada no siendo abonados -el precio para este partido se sitúa en los 90 euros- y que sin duda pagarán gustosos aquellos que vengan desde lejos para ver al Real Madrid -no al Sporting- este sábado en El Molinón.
Algunos no creemos que la avaricia y la explotación económica del socio a la mínima oportunidad sea una buena política a largo plazo. No nos parece un buen método de fidelizar al abonado, y menos aún en un mundo de televisiones digitales, partidos en alta definición y ocasiones más que sobradas de ver un encuentro en las mejores condiciones sin acudir al campo. Algunos creemos que debería haber un modo más adecuado de enfocar una relación en la que, hasta ahora, una de las partes lo ha dado siempre todo, a pesar de las crisis, las decepciones y las escasas esperanzas. Y algunos creemos que no hay mejor manera de dar un pequeño toque de atención al respecto que los hechos.
Desde aquí manifiesto mi intención, junto con algunos otros socios, de no acudir hoy a El Molinón. Me propongo, en cambio, beneficiar a la hostelería asturiana viéndolo en buena compañía y mejor hora con mi carné de socio en el bolsillo, sin cedérselo a nadie, con la clara intención de mostrar, con mi asiento vacío, mi rechazo a una forma economicista de hacer las cosas, que antepone el dinero y el beneficio a lo mucho aportado al equipo por los socios durante los últimos y durísimos años. Y animo a los socios lectores de esta carta a hacer lo mismo, con la esperanza de que una buena cantidad de asientos vacíos en un partido señalado muestre con claridad a la directiva que, aunque las cosas vayan bien en lo deportivo, el Sporting es mucho más que una oportunidad de hacer taquillas fabulosas, y que éste no es el camino.
¡¡Puxa Sporting!!
Francisco José Cueva Díaz
Socio 1.024, Gijón
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