El FMI pide más ajustes
La directora del FMI, Christine Lagarde destaca por dos cosas: 1) Por cobrar en un año lo que muchos no logran en toda su vida laboral 2) Por ser una destacada defensora de todos los ajustes y recortes sobre los trabajadores, pensionistas y estado de bienestar.
Unidas estas dos premisas, nos podemos dar cuenta que deberíamos demandar tres cosas: 1) Bajarle sus emolumentos hasta el mismo rasero que predica para los demás 2) Echarla de este cargo. Ya que no se puede recomendar la ruina de los demás, mientras uno gana para repartir. 3) Pedir a nuestros gobernantes españoles, que exijan en Bruselas a estos dirigentes algo más que predicciones cargadas de alarmas sin poner una sola solución que no sea que siempre paguen los platos rotos los más débiles de esta sociedad.
Lo curioso de estos personajes, es que predicen plagas económicas para futuras generaciones, haciendo responsables a los trabajadores y pensionistas de que tienen que seguir siendo pobres, pero más. ¡Eso sí! de sus privilegios y de otros como ella, no dice nada. Pagarles a ellos cantidades astronómicas no perjudica a nadie; pero que ningún País pague más de 1.000 euros de salario o pensión media; ya que eso sería una hecatombe.
Si este sistema de pensiones y de Sanidad publica que quiere reformar fuera una novedad, podríamos escucharla con detenimiento, pero lleva decenios funcionando en muchos Países siendo asumible perfectamente por impuestos y cotizaciones. Cuando ella habla de reformar, sabemos que se refiere a recortar ¿porque no empieza por ella y se recorta su sueldo escandaloso?
Lo que nos lleva hacer peligrar nuestro sistema de bienestar, es que los dirigentes políticos en vez de velar por él, lo convirtieron en su bienestar del estado.
Todos los que ostentan cargos con privilegios como el de esta Señora, dependen siempre de la mayoría subordinada, que acepten y escuchen sus sugerencias de que toda situación por mala que fuera, es posible que se convierta en peor. A esto se le llama: manipulación y engaño.
Esta élite que mantenemos, son personajillos que se benefician de la manipulación mental, de someter a la masa con miedos, teorías agoreras que no llevan aparejado nada que remedie el funcionamiento del sistema y sus estructuras, salvo en todo lo relacionado con su propio beneficio.
A esta Señora podría aplicársela la frase de Luis de Francia: Después de mí, el Diluvio
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