Los cofrades "somos" ciudadanos de cuarta
Recientemente asistí a un Pleno municipal dispuesta a ver cómo el gobierno de mi ciudad, Oviedo, trataba el tema de la Semana Santa, algo que piensan que es minoritario en Oviedo y, sin embargo, estoy segura de que mueve a más gente que una asamblea en una plaza, algo muy de moda en los últimos tiempos, y en las que se presume de dar voz a todos los ciudadanos, de animar a la participación y en la toma de decisiones referentes a asuntos municipales.
Pues bien, pude comprobar que lo que yo creía que era un Pleno municipal, uno de los sitios en los que se trataban asuntos de interés para los ciudadanos, para todos los ciudadanos, no lo era, sólo se decide de qué se habla por unos pocos, y las personas que nos desplazamos hasta allí, como si no estuviéramos y, encima, tenemos que escuchar comentarios impertinentes y molestos de algún concejal que se jacta de defender a los ciudadanos, pero a sus ciudadanos, no a todos, y estoy hablando de Rubén Rosón.
Rubén Rosón, esa persona que define la Semana Santa como "eso que tenéis montado desde hace 2.000 años", ese que con ironía dice que la Semana Santa se celebra todos los años en fechas similares... pues sí, pero cada año cambia, por si no lo sabe. La Semana Santa se celebra el domingo siguiente a la primera luna llena del equinoccio de primavera, cayendo siempre entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
¿Está capacitado alguien para hablar así en un Pleno y decir que representa a todos los ciudadanos? ¿Por qué a algunos se les llena la boca diciendo que representan a todos los ovetenses?, ¿los católicos no somos ovetenses?, ¿los cofrades no somos ovetenses?
Tanto el concejal Rubén Rosón como el alcalde, Wenceslao López, se llevan riendo de muchos ovetenses desde el inicio de su mandato con las acciones que realizan, no para gobernar un Oviedo para los ovetenses, sino para sus ovetenses.
¿Acaso no creen que, visto lo visto, el apoyo a la Semana Santa ya lo tenían previsto retirar desde el principio y se dedicaron a alargarlo en el tiempo con argumentos vacíos para esperar a última hora y así que los cofrades no tuviéramos tiempo de reacción?
¿No son ellos los que dicen que no quieren que haya ovetenses de primera y de segunda? Pues los católicos y cofrades, como es mi caso, nos sentimos como ciudadanos de cuarta.
Sin lugar a dudas, hay personas que sólo entienden como opinión del pueblo su opinión, y las demás no son lícitas. Y lo peor no es eso, es que sean los representantes de los ciudadanos en las administraciones públicas y sólo se preocupen de sus cuitas personales.
María Luisa González Álvarez, Oviedo
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