Les voté ¡no para esto!
Ustedes aportaron aire fresco que llenó de esperanza a muchos, pensando que la política se convertiría en cosa diferente. Pero no hemos caído en que ustedes son la generación consentida, los que lo tuvieron todo regalado. Hijos de los mismos que les educaron en la abundancia, en el consumo y protagonismo excesivo para lo que realmente demostraron en su vida. Sus padres empezaron desde el fango para alcanzar todo cuanto consiguieron, todo para desperdiciarlo en ustedes. Sólo quien sabe lo que cuesta ganarse la vida con sacrificio y dedicación puede luego aportar valores y soluciones. Ustedes ¡no! Nos equivocamos, ustedes han tenido la oportunidad sacar sus títulos universitarios, pero todos ellos son fruto del sudor de sus padres, que lucharon y consiguieron las libertades, derechos y mejoras sociales que les permitieron a ustedes ahora presentarse como expertos en todo y que van demostrando, allí donde tienen parcela de poder, que no saben más que tener afán de protagonismo.
Señores de Podemos, Somos, etcétera: Ustedes recibieron el apoyo de la gente para dar un toque a los partidos convencionales estragados y cargados de corruptela, despilfarro y enchufismo, olvidándose de las personas más débiles de esta sociedad, rescatando bancos y dejando a su suerte a las familias. Sus manifestaciones y reivindicaciones eran urgencia nacional: desahucios, paro, preferentes, dependientes, pensiones, salario social, acabar con la corrupción, ir a Bruselas a poner colorados a estos que nos estrujan y que muestran su insensibilidad en el tema de los refugiados... ¿Qué podemos esperar de ellos? Hay que ir allí a cambiar esa política insolidaria e insensible, etcétera.
En todo estábamos con ustedes. Pero observamos impasibles cómo no son capaces de gestionar ese poder que les dimos. Peleas, todo egolatría, se presentan como un solo partido a las elecciones y resulta que para negociar cualquier partido con ustedes debe hacerlo con varias ramas diferentes, insertadas pero no prendidas, que quieren su propio protagonismo. Creo que esto es reírse de la gente. Ustedes deben ponerse primero de acuerdo y nombrar un interlocutor válido, para luego acudir ante los demás.
Con los problemas que tenemos, por los que ustedes fueron elegidos, ¡y se dedican a perder el tiempo!, que si cabalgatas de payasos, prohibición de circos con animales o que no desfilen animales en las cabalgatas, discusiones entre ustedes en público como la Taboada y Wenceslao. ¿No son socios de Gobierno? Laven sus diferencias antes de verles así en público. También propusieron que en el Parlamento asturiano se hable el bable (si ya no se entienden en castellano, ¡lo que nos faltaba!) etcétera, y ahora, lo más nuevo: dejar sólo Congreso en el cartel de entrada. ¿De verdad no tienen otra cosa que hacer más importante? Aunque podrían haberlo hecho peor, pedir que fuera Congreso de los Diputados y de las Diputadas, más Celia Villalobos.
Qué es eso de cambiar los nombres genéricos a todo. Creo que es una manera de llamar la atención y un apoyo innecesario sobre lo incorrecto del vicio semántico. Lo máximo lo puso la ministra de ZP con aquello de miembros y miembras. Si quieren, también podrían proponer los hombres, por discriminación y maltrato, que el chófer de Celia se llame Manola. O que la puerta de Alcalá pase a llamarse portón.
Si la mujer se siente discriminada por el uso de un término común con nombre masculino refiriéndose a ambos sexos es que poca capacidad intelectual le acompaña de cara a esa igualdad totalmente necesaria.
Todo esto va también por los noveles del PSOE, Pedro y quienes le acompañan, que se les ven los mismos vicios de nenes consentidos que a los de Podemos.
¿Por qué no se sientan de una vez Ciudadanos, Podemos y ustedes, PSOE, y llegan a un acuerdo de Gobierno? Incluso el PP, si cambia los cabecillas que convivieron con la corruptela desde Génova. Para eso tienen que demostrar que son maduros e ignorar a los que les quieren seguir manejando desde dentro y fuera del partido. Unos por temor a perder sus privilegios, otros por intereses propios y, los que más, porque les ven niñatos manejables e incapaces.
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