¡Queremos tanto a Berta!
Hoy se cumple una semana del asesinato de Berta Cáceres.
El sábado se producía en multitud el sepelio, uno de los sepelios y la siembra de Berta en la Esperanza, Intibucá, Honduras. El jesuita Melo, director de Radio Progreso, preguntaba a los miles de personas allí congregadas: "¿Nos comprometemos a seguir con firmeza la causa por la que dio su vida Berta Cáceres?". Una respuesta positiva llevaba una profunda carga de dolor y rabia, y las consignas del recorrido se acrecentaron: "Justicia, justicia", "Berta vive, la lucha sigue".
Asturias reaccionó pronto a este crimen horrendo. El Ayuntamiento de Xixón fue escenario de rueda de prensa el viernes. En el Parlamento hubo referencia en el plenario. En Carreño, en el día de las mujeres luchadoras, el 8 de marzo. En Pintueles, en una escuela itinerante de bienes comunes. Y hasta en Bogotá, en la rueda de prensa de abundante presencia que daba la XII Delegación asturiana en el terreno. El dibujante y músico Ruma Barbero, premonitoriamente, había realizado un dibujo sobre Berta el año anterior.
Cantos garífunas acompañaron la despedida de Berta. Y es que garífunas y lencas han fraguado una alianza estratégica, una fuerte hermandad que se ha acrecentado con el protagonismo de sus dos lideresas, Mirian Miranda y Berta Cáceres.
Garífunas son las comunidades negras hondureñas, que también habitan Belice, Guatemala y Nicaragua. Con la particularidad histórica de que fueron los esclavos y esclavas que se fusionaron con los originarios de la isla San Vicente (arawak y caribes), y en esa mixtura de genes y culturas llegaron a las costas donde conservan la lengua propia africana-caribeña.
Lenca es el pueblo indígena mayoritario de Honduras, cuyo líder de la resistencia a la invasión española da nombre a la moneda nacional: Lempira.
Lencas y garífunas, con Berta y con Mirian, junto a otros pueblos y comunidades hondureñas, protagonizan las principales resistencias a la actual neocolonización, han sido vanguardia en la lucha contra el último de los golpes de Estado, en 2009, y han tenido sentencias de la CIDH, que ha otorgado medidas cautelares por la vulneración de sus derechos colectivos.
Miles han sido los pronunciamientos de condena y rechazo al crimen horrendo de Berta desde todas las esquinas del mundo, pero para salir de la conmoción causada harán falta muchos recordatorios.
El lunes 14 pudo ser uno de ellos. Fue el día mundial de lucha contra las represas (http://www.justiclima.org/prensa.html). Una excusa y oportunidad como otras muchas.
El COPINH que Berta coordinaba ha acompañado muchas movilizaciones, acampadas, resistencias, acciones jurídicas contra las privatizaciones y robos de los ríos, y es muy probable que ésta sea una de las causas de su asesinato.
CON LA FUERZA ANCESTRAL DE LEMPIRA, MOTA, ENTEMPICA
SE LEVANTAN NUESTRAS VOCES LLENAS DE VIDA, JUSTICIA, DIGNIDAD Y PAZ.
¡¡¡BERTA CÁCERES VIVE!!!
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