Nunca te olvidaremos, "7"
(En memoria del futbolista Hugo Suárez Martínez)
Amigo, te despido entre lágrimas y desde tan lejos, que se me parte el alma sólo de pensarlo. Éste es tu minuto 7, el dorsal que lucías en tu camiseta. Todo el mundo me dice que tenemos que tirar para adelante, y lo entiendo, pero no lo comparto. Yo no veo ese momento de tirar para adelante sin ti. No ahora. Tantas veces me has dado la mano, tantas miradas que evitaban palabras, tantas veces hemos tirado el uno del otro, tantas veces hemos ganado y perdido juntos, tantas peleas y reconciliaciones, tantos momentos a tu lado, que, ahora que no estás, me siento cojo.
Esperaba compartir contigo tantas cosas... Estés donde estés, sigues a mi lado porque te necesitaré siempre. Te recordaré siempre en cada partido de fútbol, cada copa a tu salud, en cada viaje estarás a mi lado e incluso hasta comiendo macarrones, ésos que tanto te gustaban. Cada momento de mi vida tendrá sentido siempre que te siga recordando, y créeme que eso va a ser así. Te recordaré por y para siempre a mi lado, cogido de mi mano, esa mano que tantas veces me tendiste.
Para mí y para toda tu familia de amigos, en Valliniello, Trasona, Avilés, Llaranes, Corvera, Antequera y cientos de pueblos más, digo con la cabeza bien alta que eras más que un amigo. Desde este fatal domingo pasas a ser mi Ángel de la Guarda. Nunca te olvidaré, hermano mío. Te tocará desde el "otro lado" llamarme pesado por las incontables veces que estarás en mi cabeza.
Hasta pronto, "Huguito". Tomaremos la penúltima y para casa, estate seguro de ello. Espérame con los brazos bien abiertos, porque el siguiente abrazo que nos demos será inseparable. Te querré siempre, "7". Siempre.
Amigos de Valliniello, "la familia que se escoge", como siempre tuvimos en nuestro grupo puesto, "por mí y por todos mis compañeros". Con esta frase hemos vivido cantidad de recuerdos juntos cuando, por circunstancias, no podíamos estar todos unidos. Amigo, desde el domingo estamos todos supertristes, sin poder asimilar que te has ido. No damos crédito ni encontramos explicación a esta situación, y es que tu gigante corazón, el que compartías con todo el mundo, decidió que ya era tu final. Hermano mío, ¡las aventuras que nos quedaban por vivir!, como siempre apasionantes, sin rumbo ni destino, porque lo importante para ti era el día a día, el presente y estar juntos en esta magnífica pandilla. Fuiste y serás un pilar fundamental para la sonrisa de este grupo.
Tu positividad hasta en los peores momentos, tu manera de levantarnos a todos, tu forma de tirar hacia adelante con cualquier situación adversa nos hacían más fuertes a todos. Querido número "7", a partir de hoy serás nuestra mayor admiración, la estrella a la que nos aferraremos en cada momento de nuestra vida, porque no olvides que, donde quiera que te encuentres, te estaremos necesitando para que sigas guiando nuestros pasos y nos lleves por el camino correcto a todos.
Tú eras un ejemplo, un chaval sano, humilde, trabajador, deportista, amigo, leal, servicial y muy familiar. Tus valores y tus principios nos hacen mejores a todos.
"Huguín", no te imaginas la gran repercusión que ha tenido esto. Todas las personas que en la vida han pasado siquiera un segundo contigo se han volcado para estar en tu despedida y con nosotros, que nos hemos visto sobrepasados y no preparados para tanto cariño y admiración. Y es que son muchos los sitios, pandillas, pueblos, ciudades y equipos que te querían, porque eso contigo era muy fácil. Así de cercano eras.
"Gordo", desde el principio de nuestra relación elegimos una palabra que marcó cada momento y situación. Esa palabra es "siempre" y ya sabes que la utilizábamos tanto de saludo como de despedida. Con eso me voy a quedar, y así te recordaré riendo. "Milhouse", como nos llamábamos, o "amigo malo de Bart" –jejeje–, siempre con esas piquillas que acababan en un abrazo.
Espéranos, que algún día llegaremos y volveremos a tomar "una y pa casa". Te querremos siempre, "7".
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