El ridículo de Ada Colau
Señora Colau:
Yo no voy a valorar el trabajo que usted hace, porque ni es mi Ayuntamiento, ni mi ciudad. Pero sí voy a defender a esos altos militares que, haciendo su trabajo, en vez de felicitarlos, ha intentado dejarlos en muy mal lugar. Mire, usted misma se valoró en televisión. Usted es una maleducada, y además inculta. Ha hecho el mayor ridículo del mundo. Para la mayoría de los españoles, su cara expresaba odio y rabia. Usted y su partido no quieren la religión católica (por cierto, dígame qué daño le hizo). No quieren ni las Fuerzas Armadas, ni el cuerpo de la Guardia Civil, ni la Policía. Pero la mayoría de los españoles estamos muy orgullosos de ellos, porque, señora Colau, tenemos libertad, y cuando los necesitamos, ahí los tenemos.
El Ejército que usted quiere no lo queremos la mayoría de los españoles. Por lo tanto, si tanto lo añora, coja la maleta, un avión y váyase. Para Cuba, Venezuela, Rusia o donde usted quiera. Pero déjenos tranquilos. Deje tranquilas a nuestras Fuerzas Armadas y no haga más el ridículo. Siga jugando, ahora quito, ahora pongo, como ha estado haciendo hasta ahora en su Ayuntamiento.
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