Veintiún días de vacaciones
El acuerdo unánime de todos los partidos de imponerse 21 días de vacaciones es la prueba evidente de que la política en España es sinónimo de casta.
Claro, que si seguimos la filosofía india aplicaríamos el sobrenombre de animales sagrados a todos los diputados y senadores.
Ellos podrán pastar a su gusto por toda la piel de toro, mal llamada nación española porque le cuadraría mejor llamarse colonia dependiente del poder legislativo.
Si la respuesta a la situación existente en España es dar un pase torero a todo lo que se mueve en este país, no es de extrañar que aparezcan, como hongos, avispados aprendices del buen vivir sin esfuerzo.
Ahora dirán que los españoles no entendemos nada y que nos gusta criticar cualquier iniciativa política.
Sí, señores políticos, los españoles de a pie, los que se afeitan a las seis de mañana, los que llevan la comida en una fiambrera o tartera, los que, agotados, por la noche, se olvidan de decir te quiero, los que los días veinte van a Cáritas por eso del hambre Sí, señores políticos, esos españoles no lo entienden.
Qué poco hubiera costado haber disimulado un poco y seguir en el Congreso, aunque sea adormilados, jugando con los móviles, leyendo a hurtadillas la prensa, a lo mejor, así, engañándonos, seguiríamos creyendo.
La verdad, señores políticos, es que hasta para ser político hace falta ser listo.
Con 21 días de vacaciones están escribiendo, todos ustedes, la historia de la estulticia, de la necedad, de la ignoranciay si me apuran la de la casta arroganteE.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo