Un despropósito corregido con una acertada opinión
Veo muy acertadas las palabras del edil del PP sobre la instalación de un cine para películas en versión original, proponiendo el Teatro-Cine Filarmónica como local idóneo para dichas proyecciones de cine. Se ve que conoce bien el tema del cine en la ciudad. De todas formas sigo opinando que Oviedo no es una ciudad que pueda sostener un cine para películas sin doblar. Hubo hace años un cine de gran categoría en el que se proyectaron películas en versión original y subtitulada y acabó cerrando por su baja rentabilidad. Lo repito, este tipo de cines funcionan bien en zonas turísticas, ya que los clientes son los propios turistas extranjeros.
En cuanto a la recuperación de los cines en el centro de la ciudad lo veo tarea imposible. Hoy poner un cine supone una gran inversión, y si se trata de un complejo de varias salas dicha inversión se multiplica y su rentabilidad no compensaría esa inversión. A finales del siglo pasado había dos proyectos para poner cines de varias salas dentro del casco urbano, pero se quedaron en nada, ya que la invasión de centros comerciales con sus correspondientes multisalas de cine estaba a punto de entrar en actividad. Dichos centros comerciales eran Parque Principado y Los Prados. Aún funcionaban cines tradicionales como el Ayala, el Filarmónica y los Brooklyn, aunque se suponía que acabarían cerrando por la fuerte competencia que se avecinaba. Uno de los proyectos era precisamente dentro del Centro Comercial de Buenavista, junto al Palacio de Congresos Calatrava, que al no presentarse ninguna oferta se modificó el proyecto inicial en el que se incluía un complejo de diez salas de cine. El otro proyecto que era anterior situaba la ubicación de diez salas de cine en el Centro Cívico en Llamaquique, que en principio se interesó por él una empresa multinacional pero renunció a ese proyecto.
El único cine que existe en Oviedo, en el C.C. Los Prados, está un poco alejado del centro de la ciudad, aunque bien es verdad que está bien comunicado con autobuses urbanos, sobre todo desde que entró en servicio el nuevo Hospital, incrementándose el número de líneas que pasan precisamente junto al citado centro comercial. Pero esta mejora en el transporte de viajeros no se reflejó en el aumento de espectadores en esos cines. Al principio de la actividad de ese cine las películas se mantenían en cartel hasta dos meses, hoy muchas de ellas no aguantan ni tres semanas, claro ejemplo de la crisis en este sector audiovisual. El final de los cines tradicionales ya se vislumbraba en los años 70 y 80. Primero cerró el Real Cinema, en la plaza Longoria Carbajal, hoy convertido en un bloque de viviendas. Después cerró el cine Aramo, que ahora ocupa una gran tienda de modas, y el Principado, que pasó a ser un edificio de viviendas de gran lujo. Si comparamos esta situación con otras ciudades, la más cercana es Avilés, en la que no hay ni un solo cine. Los más cercanos están en el C.C. Parque Astur, concejo de Corvera.
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